La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se la debemos a una gran santa: Margarita de Alacoque, a quien Jesús le dió este mensaje: «Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio».

Es por ello que muchos santos y personas de fe, durante los siglos, han tenido una gran devoción al dulcísimo Corazón de Jesús, buscando reparar tanto sufrimiento que ha tenido a causa de nuestros desprecios.

Es por eso que hoy, al finalizar el mes de junio, hemos querido recopilar algunas frases que nos pueden ayudar a acercarnos más al Corazón de Jesús, y a través de nuestro amor a Él, remediar en algo su sufrimiento.

Además de conocerlo y amarlo más, a partir de hoy, podemos comenzar a recibir de Él todas las gracias que le prometió a sus devotos si nos comprometemos a: recibir la comunión durante los nueve primeros viernes de cada mes de forma consecutiva, tener la intención de honrar al Sagrado Corazón y de alcanzar la perseverancia final y ofrecer cada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento. 

Si cumplimos eso, recibiremos las siguientes gracias:

— Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

— Pondré paz en sus familias.

— Les consolaré en sus penas.

— Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte.

— Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.

— Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.

— Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia.

— Las almas tibias se volverán fervorosas.

— Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.

— Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos.

— Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.

Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será su seguro refugio en aquel momento supremo.

¡Esperamos que este artículo los ayude a amar más al Corazón de Jesús, y así poder, algún día, unirnos a Él en el Cielo!