
Hoy celebramos con inmensa alegría y gozo la victoria del Señor Jesús frente a la muerte y a la oscuridad. Es por el inmenso sacrificio de amor, conmemorado en estos días, que hemos sido salvados y reconciliados con el amor del Padre.
Jesús se ha hecho pequeño y habitó entre nosotros. Conoce nuestra naturaleza, ha vivido nuestros dolores más profundos y sufrimientos. Baja para enseñarnos, ser el modelo de nuestras vidas y traernos la luz que ilumina al mundo. No temamos pues a la muerte porque Cristo ha vencido, es a El a quién debemos seguir para alcanzar la gloria y felicidad eterna prometida. Felicidad que empezamos a vivir aquí, juntos, siendo sus discípulos hijos de Dios llamados también a volver al Padre.
Salgamos a celebrar que Cristo ha resucitado y así con El hemos sino renovados e invitados al compartir su banquete en la eternidad y permanecer en El. ¡Qué gran regalo!
«Jesús resucita del sepulcro. La vida es más fuerte que la muerte. El bien es más fuerte que el mal. El amor es más fuerte que el odio. La verdad es más fuerte que la mentira. La oscuridad de los días pasados se disipa cuando Jesús resurge de la tumba y se hace él mismo luz pura de Dios. Pero esto no se refiere solamente a él, ni se refiere únicamente a la oscuridad de aquellos días. Con la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada. Él nos lleva a todos tras él a la vida nueva de la resurrección, y vence toda forma de oscuridad. Él es el nuevo día de Dios, que vale para todos nosotros» (Benedicto XVI. Homilía de la Vigilia Pascual 2012).
Seamos pues a ejemplo de Jesús ese nuevo día que trae luz al mundo. Dejémonos transformar por él e iluminemos con nuestras vidas, llevemos el calor y ese fuego transformador a todos los rincones de nuestra existencia.
Desde Catholic Link les deseamos una muy feliz Pascua de Resurrección. Que Dios los bendiga y guíe en camino hacia la santidad.
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