Contenido de valor: qué es y cómo crearlo en 3 pasos

Si durante este último año no te has puesto las pilas respecto a la presencia digital de tu proyecto de evangelización, de tu comunidad parroquial o de cualquier otra iniciativa que lleves adelante en el plano de lo presencial, estás contra reloj. 

Hemos sido empujados a un precipicio, donde ya no es solo una opción que nuestros apostolados tengan presencia digital, es una necesidad. Si queremos hacer un bien, tenemos que ser como el apóstol Pablo, evangelizador por excelencia: «Me hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio» (1Cor9, 23).

Entonces, dado el contexto, tenemos que estar en Internet, pero no basta solo con abrir cuentas y perfiles en distintas redes sociales o plataformas y luego ponernos a publicar cualquier cosa que se nos ocurra. Transmitir en vivo a diestra y siniestra o compartir galerías con cientos de fotos de nuestros niños y adolescentes al recibir sus sacramentos.

Tenemos que pasar de «usuarios» a «creadores de contenidos» y no cualquier contenido, sino contenido de valor.

1. ¿Qué hacen los «usuarios» de las redes sociales?

Un usuario, es una persona que se abre una cuenta en alguna plataforma y la usa. Así de simple. Ya sea para pasar el rato, entretenerse, mantenerse al día o simplemente por apoyar alguna causa.

De vez en cuando publica cosas, pero básicamente lo que publica es aquello que le ocurre. Y si no le ocurre nada, pues no publica nada. A no ser que copie o se inspire en publicaciones de de otros y repita eso que ya otros hicieron.

Como lo que pasa en TikTok, donde el contenido original es muy poco y casi todo lo que hay ahí es contenido «inspirado» en lo que publican los creadores de contenido.

En resumen, los usuarios comparten una bitácora de lo que viven. Si comen algo rico, foto de la comida, si van a un lugar bello, foto del paisaje, si se visten lindo, foto del outfit.

Pero en cuarentena ya nadie podía hacer nada y todos comenzaron a correr en círculos. Personas, comunidades, proyectos, parroquias, voluntariados, todos.

Ya no se podía simplemente ser «feligresía digital», había que ponerse creativo y comenzar a crear contenido de valor.

2. ¿Qué hacen los creadores de contenido?

Contenido de valor: qué es y cómo crearlo en 3 pasos

Son organizaciones o personas con cuentas en redes sociales y otras plataformas, pero que no solo publican lo que les pasa, sino que crean contenidos.

Es decir, preparan publicaciones en distintos formatos y no lo hacen en tiempo real. De hecho, muchas veces lo hacen con varios días de anticipación.

En los creadores de contenido de valor hay una mirada un poco más estratégica, más meditada, con más planificación. Buscan que sus publicaciones, contribuyan con los objetivos de su proyecto u organización. No publican porque sí.

Desde una visión pastoral, es básicamente lo que nos invitaba a hacer el papa Benedicto XVI desde el 2012:

«Los invito a ser los primeros misioneros entre sus coetáneos para compartir en el continente digital, en este mundo de internet, la belleza del encuentro con Jesús». (Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud, 2012)

3. Y si quiero crear contenidos, ¿por dónde empiezo?

Contenido de valor: qué es y cómo crearlo en 3 pasos

Mi recomendación es separar el desafío en dos: fondo y forma.

El fondo es lo que voy a decir, a lo que voy a invitar, el mensaje que quiero compartir. Aquello que busco inspirar en las personas con las cuales interactúo en Internet. Es clave tener «fondo» y que nuestro contenido de valor lo demuestre.

En este sentido, el fondo es tu carisma, espiritualidad, la perspectiva desde donde construyes tu mensaje y lo que lo hace distinto a los demás.

La forma en cambio, es lo técnico. Que si hago fotos, videos, animaciones, ilustraciones, diseños, creatividades, escribo un blog, envío mails y así, la lista es gigante, casi eterna.

Dependerá mucho de tu capacidad técnica, de tu manejo con distintas plataformas, de tu creatividad y en cierta medida, de tu capacidad para poder adquirir (comprar) algunos equipos básicos para comenzar a producir contenidos de calidad «aceptable».

Como por ejemplo el típico aro de luz, que ahora es fundamental para cualquier persona que pretende hacer un video con su smartphone.

Dato importante

En Internet, consumimos y preferimos un contenido, más por fondo que por forma. Es decir, puede que el video no sea super mega HD, puede que la página web no tenga un diseño mega top o que la fotografía simplemente haya sido hecha con un teléfono.

Pero si lo que «contiene» (el fondo) aporta valor, seguro vamos a preferirlo. En cambio, una mega producción de miles de dólares, por profesional que se vea, si no «toca la fibra» y su contenido no nos interpela, no vale de nada.

Así que lo técnico, ¡no puede ser un pretexto para comenzar a crear contenidos! Arriésgate, anímate a llevar a cabo ese proyecto con el que tanto sueñas.

Y tranquilo, si en este momento te estás preguntando cómo, cuándo y dónde puedes empezar, te invito a hacer el curso online: «Creación de Contenidos Digitales: para viralizar la evangelización y potenciar tu comunidad». ¡Tiene todo lo que necesitas saber!