evangelistas

Los cuatro evangelistas son Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Escribieron los 4 evangelios encontrados en el Nuevo Testamento de la Biblia. Vale la pena señalar que solo hay un Evangelio (Buena Nueva) y ese es Cristo. Cada uno de ellos ofrece una perspectiva única sobre la vida, enseñanzas y ministerio de Jesús de Nazaret.

El Evangelio de Mateo

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Mateo, también conocido como Leví, era un recaudador de impuestos antes de convertirse en discípulo de Jesús. Su evangelio se centra en la enseñanza y las palabras de Jesús y presenta a Jesús como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento.

El Evangelio de Mateo fue escrito en arameo y posteriormente traducido al griego. Por esta razón, Mateo incluye una genealogía de Jesús que se remonta a Abraham, el padre de la nación de Israel, y David, el rey más importante de Israel.

Entre los evangelistas, Mateo enfatiza la enseñanza y las palabras de Jesús y presenta algunos de los sermones más largos de Jesús, como el Sermón del Monte. Este sermón incluye enseñanzas sobre las Bienaventuranzas, el amor a los enemigos, el perdón y la importancia de hacer la voluntad de Dios.

Mateo también narra los milagros y obras poderosas de Jesús, incluyendo la curación de los enfermos, la alimentación de la multitud y la resurrección de los muertos.

En resumen, el Evangelio de Mateo presenta una visión de Jesús como el Mesías prometido y el cumplimiento de las Escrituras del Antiguo Testamento. A través de sus enseñanzas y milagros, Jesús revela el amor y la voluntad de Dios para la humanidad.

El Evangelio de Marcos

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Fue escrito por Marcos, un compañero y discípulo de Pedro. Se cree que fue escrito alrededor del año 70 d. C.

El Evangelio de Marcos es conocido por su estilo conciso y detallado, y se centra en la acción y los milagros de Jesús. Comienza con el bautismo de Jesús por Juan el Bautista y narra su ministerio en Galilea, su viaje a Jerusalén, y su muerte y resurrección.

El Evangelio de Marcos presenta a Jesús como un hombre de acción, que realiza milagros y sanaciones en el nombre de Dios, y que es perseguido y rechazado por las autoridades religiosas y políticas de su tiempo.

El evangelio también enfatiza la necesidad de seguir a Jesús y aceptar su mensaje, incluso en medio de la persecución y el sufrimiento. En varias ocasiones, Jesús les dice a sus discípulos que deben tomar su cruz y seguirlo, y les enseña que el amor y el servicio son los caminos hacia la verdadera grandeza.

En resumen, entre los evangelistas, Marcos es el que presenta una imagen dinámica y poderosa de Jesús, como el Hijo de Dios que viene al mundo para salvar a la humanidad. A través de sus milagros y enseñanzas, Jesús revela el amor y la voluntad de Dios para la humanidad, y llama a sus seguidores a vivir una vida de servicio y sacrificio.

El Evangelio de Lucas

Fue escrito por Lucas, un médico y compañero de Pablo, y se cree que fue escrito alrededor del año 80-90 d.C.

El Evangelio de Lucas se centra en la compasión y la misericordia de Jesús hacia los pobres, los marginados y los enfermos. Lucas presenta a Jesús como el Salvador. Él, que viene a buscar y salvar a los perdidos. Se centra en la gracia y el amor de Dios.

Lucas narra la infancia de Jesús, incluyendo el nacimiento en Belén, la visita de los Magos y la huida a Egipto. También presenta una genealogía de Jesús que se remonta a Adán.

Lucas incluye varios relatos únicos de la vida y el ministerio de Jesús. Por ejemplo, la parábola del buen samaritano, la historia del hijo pródigo y la parábola del hombre rico y Lázaro.

También narra la curación de muchos enfermos y la resurrección de varias personas, incluyendo a Lázaro y la hija de Jairo.

Entre los evangelistas, Lucas es el único que narra la visita de Jesús a la casa de Zaqueo, un recaudador de impuestos despreciado en la sociedad, y la historia de la viuda pobre que dio todo lo que tenía.

El Evangelio de Juan

Fue escrito por Juan, uno de los doce apóstoles de Jesús, y se cree que fue escrito alrededor del año 90-100 d.C. El Evangelio de Juan presenta a Jesús como el Hijo de Dios, el Logos divino hecho carne, que vino al mundo para salvar a la humanidad del pecado y la muerte.

Se centra en la divinidad de Jesús, y presenta varias declaraciones de «Yo soy» que enfatizan su identidad como el Hijo de Dios. Estas incluyen «Yo soy el pan de vida», «Yo soy la luz del mundo», «Yo soy el buen pastor», «Yo soy la resurrección y la vida» y «Yo soy el camino, la verdad y la vida».

El Evangelio de Juan también narra la Pasión, muerte y resurrección de Jesús con detalle. Se centra en la relación de Jesús con sus discípulos. Presenta varios discursos de despedida de Jesús, en los que enseña a sus discípulos acerca de su amor y su relación con Dios.

Además, presenta varios milagros que no narran los otros evangelistas. Por ejemplo, la transformación del agua en vino en una boda en Caná, la curación del hombre ciego de nacimiento y la resurrección de Lázaro.