

Esperanza, ¡a veces nos cuesta tanto encontrarla! Y para hablar de ella y del poder que tienen la fe, la confianza y la oración, te comparto esta reflexión.
Las palabras adquieren una gran fuerza y significado en nuestra vida. Configuran nuestro lenguaje y nuestra identidad, es con ese lenguaje, con el que decidimos acercarnos para contemplar y percibir la realidad que nos envuelve, y así relacionarnos con nosotros mismos y con los demás definiendo nuestra manera de estar en la vida.
En este sentido son las teorías psicológicas de corte más cognitivo, las que sostienen que somos en el lenguaje, que somos lo que nos decimos, y así mismo contamos a los demás. De esta manera tomando esta línea, una de ellas (el constructivismo), nos dice que es la persona que observa la que decide significar la realidad con la que se encuentra. De manera que no es la realidad la que nos hace sufrir sino los significados que decidimos otorgarle.
Y es que en medio de esta incertidumbre que estamos viviendo, es fácil que ante las palabras o noticias que están en el ambiente sea más sencillo centrar la realidad entorno al miedo y la preocupación que ello conlleva. De esta manera se hace cada vez más difícil tener otra mirada ante la realidad que vivimos y mirar hacia delante.
¿Cómo encontrar esperanza cuando además nuestras fuerzas están debilitadas?
En este momento de nuestra vida necesitamos de palabras que nos devuelvan la esperanza, que nos aporten vitaminas, que nos hablen de lo bueno, de lo positivo, de lo que aporta, de lo que suma, etc. En definitiva palabras que nos inviten a creer en la esperanza y personas portadoras de ella.
Al estilo de Pandora, que aunque abrió la caja que le entregaron y salieron todos los males y bienes del mundo, pudo comprobar cómo logró quedar la esperanza. Captando su potencial corrió hacia los hombres para intentar consolarlos, hablándoles de ella, explicándoles que siempre podrían acudir a la esperanza ya que estaba bien guardada.
Así es como hoy nos ha llegado esa expresión a la que recurrimos en situaciones límite o de dificultad: «En el fondo siempre queda la esperanza».
Aférrate a ella con fuerza
Serán estas palabras las que renueven nuestras fuerzas, porque va siendo hora de recuperar la confianza en que no solo esto pasará, sino que es posible vivir este hoy que continuamente nos está retando hacia un aprendizaje constante signo de crecimiento y maduración personal.
Estoy segura de que vendrán de nuevo a nuestro encuentro, siempre hay palabras que vuelan y llegan hasta nosotros como el mejor de los regalos. Sin embargo, hacerlas nuestras es una tarea personal para que puedan ayudarnos a conectarnos con lo que es para nosotros ese motor que nos empuja y nos ayude a poner en juego ese valor de seguir adelante.
Así que ya sabes, si te cruzas con ellas cógelas al vuelo, no las sueltes. ¡No olvides que las palabras que traen un mensaje de esperanza te conectan con todo aquello que da sentido a tu vida! La esperanza es la mejor vacuna contra el miedo, te devuelve la paz y la fe en que es posible creer que de todo se sale.
Frases para recuperar la esperanza
— «Tus promesas me dan esperanza; ¡no te olvides de ellas! Tus promesas me dan vida; me consuelan en mi dolor» (Salmo 119, 49-50)
— «El mal no triunfará por siempre, existe un final para el dolor» (Papa Francisco).
— «La esperanza es la aceptación de los bienes futuros» (San Antonio de Padua).
— «Para hablar de esperanza con quien está desesperado, se necesita compartir su desesperación; para secar una lágrima del rostro de quien sufre, es necesario unir a su llanto el nuestro» (Papa Francisco).
— «La esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado» (Rm 5,5).
— «Cuando tras fervorosas oraciones a Dios y a los santos no era escuchada, les daba las gracias, a pesar de todo, diciendo: Creo que quieren ver hasta dónde voy a llevar mi esperanza» (Santa Teresa de Lisieux).
— «Así es la esperanza, sorprende y abre horizontes, nos hace soñar lo inimaginable, y lo realiza» (Papa Francisco).
Artículo elaborado por Mª Carmen González Rivas.
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