

Nicholas Winton es alguien a quien verdaderamente podemos llamar un superhéroe. No porque posea poderes extraordinarios, sino por la increíble razón de que salvó la vida de 669 personas.
Nacido en Inglaterra, de padres alemanes judíos, Nicholas trabajaba en la bolsa de Inglaterra justo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Llevaba una vida acomodada, cuando recibió una llamada de uno de sus amigos proponiéndole ayudar en uno de los campos de refugiados donde miles de familias judías vivían en condiciones precarias.
Luego de esta experiencia y marcado profundamente por la experiencia de sufrimiento y dolor que presenció durante esos días, decide poner una oficina improvisada en un hotel, e ingeniárselas para lograr sacar del país a cuantos niños pudiera, para que fueran acogidos por familias voluntarias de otros estados mientras duraba la guerra.
Lo impresionante de su testimonio es que Nicholas pudo haber sido uno de tantos que miraron los horrores de la guerra y de sus víctimas pero que por miedo o comodidad permanecieron inmóviles. Él, en cambio, sin ninguna responsabilidad directa más que la de su propia conciencia, decide tomar parte en el asunto y ayudar a cuantas personas le fuera posible.
Para esto tuvo que conseguir financiación, contactarse con embajadas de varios países solicitando ayuda para acoger a los niños, e incluso publicar en los diarios de Inglaterra, buscando familias interesadas en acoger a los niños por el periodo que fuera necesario. La respuesta a sus gestiones fue impresionante, cientos de familias inglesas se ofrecieron como voluntarias y cerca de 6 trenes partieron desde Praga hasta Inglaterra cargados de niños, tras haber perdido a sus padres en los campos de concentración encontraron nuevas familias que los acogieron como sus hijos.
Este increíble acto heroico permaneció oculto durante 50 años, hasta que un día, su esposa encontrara un álbum con antiguas fotografías, cartas y una lista con los nombres de más de 600 niños alemanes. La valentía y la generosidad de Nicholas Winton no se quedó solo en los 669 niños, actualmente esos niños son padres y abuelos, y su acto ha repercutido en la vida de unas 7000 personas.
¿Qué llevó a este hombre común a convertirse en un héroe?
Sin duda el deseo de entregarse por los demás, especialmente por aquellos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, pero sobre todo una gran valentía que lo llevó no solo a conmoverse ante las necesidades de otros, sino a ser protagonista de las soluciones.
La gratitud de estos cientos de familias no puede medirse, pero más grande aún debe ser la alegría que experimenta este hombre al ver a personas que han construido una vida gracias a su pequeño esfuerzo, esta felicidad de dar la vida por otro, aunque sea por uno solo de ellos, es indescriptible.
El testimonio de este hombre nos muestra que nuestros actos pueden cambiar el mundo. Hoy son varias las organizaciones de ayuda que se han inspirado en el ejemplo de Nicholas Winton, la entrega de este hombre por salvar la vida de otros ha movido los corazones de muchos que como él quieren hacer la diferencia, y quieren entregar su vida para que otros puedan vivir.
Dinámica
Su ejemplo puede servirnos para reflexionar muchas cosas, te propongo tres preguntas que pueden servirnos para orientar un diálogo en torno al testimonio de Nicholas Winton:
1. ¿Has sentido alguna vez el deseo de hacer algo por ayudar a los que más sufren? ¿Crees que puedes hacer algo? ¿Por dónde podrías comenzar?
2. ¿Si supieras que alguien te ha salvado la vida, cómo le agradecerías?
3. ¿Sabes que hay alguien que ha dado la vida por salvarnos a todos? ¿Cómo le agradeces?
Te proponemos un breve documental sobre la vida de Nicholas Winton:
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