encuentro

«Encuentro» es un cortometraje documental grabado en Honduras y dirigido por Joshua Cruz que nos transporta como espectadores de una hermosa historia. La de Sor Blanca Castillo, una monjita encargada de preparar las hostias que se entregarán a gran parte de las iglesias de su país. Durante el film, comenzamos a ver cómo su esfuerzo trasciende, llega a muchos, llega a todos.

«Sentía un compromiso con Dios de realizarlo», aseguró el director de «Encuentro».

Sobre el documental «encuentro»

El documental «Encuentro» fue seleccionado en numerosos festivales internacionales, como Chihuahua International Film Festival 2019 (México), Festival Internacional de Cine de la Patagonia Tierra, Mujer, Hombre 2019 (Argentina), Festival Internacional de cortometrajes de Medellín 2019 (Colombia), Intimalente Intimatelens Film Festival 2019  (Italia), Short Film Festival (Special Jury Mention) 2019 (España) y Muestra en Festival Ícaro Honduras 2020.

«Creo que fue importante que haya sido seleccionado en varios festivales de cine, ya que es muy difícil y raro que temáticas cristianas sean tomadas en cuenta estos eventos. Sin embargo, el video fue bien valorado», explicó Joshua Cruz.

Hay tantas cosas que no brillan, pero valen el infinito

No nos resulta extraño que, desde un puesto en el que «se brilla», se encuentre un gran valor. Tampoco nos es desconocido que, en contraposición, a veces hay muchas cosas que relucen, pero no tienen valor. Lo que sí nos resulta extraordinario es descubrir que en lo aparentemente insignificante se esconde un tesoro inmenso.

En este caso, el trabajo de crear las hostias. Monótono. Sencillo. Oculto. Pero es gracias a ese encargo que puede pasar desapercibido para muchos (o para todos), que Dios llega a bajar del Cielo y visitar a los hombres.

De la misma manera, aunque nunca lleguemos a compartir esta ocupación, podemos estar seguros de que nuestras tareas ordinarias, incluso las más simples, tienen un valor inmenso. Seguro no el de la Eucaristía, por supuesto. Pero es inmenso porque el Señor se servirá de nuestro esfuerzo para derramar Su gracia en otros. De manera indirecta, por la comunión de los santos, también «tocamos» la vida de nuestros hermanos.

«Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará», lo dice todo. Y esa recompensa, por Su generosidad, no llega solo a tus manos, sino que se desparrama a tu alrededor e incluso empapa a quienes no conocerás sino en el Cielo.

Somos instrumentos que pueden empujar al «encuentro» entre Dios y los demás

En el documental, vemos que las monjas preparan las hostias que, consagradas, serán Cuerpo y Sangre de Cristo. Por otro lado, vemos a las almas sedientas de Él, y vemos a Él sediento de esas almas. ¡Cuántas veces podemos ser un puente entre ambas necesidades, divinas y humanas!

Aunque, de nuevo lo digo, no nos dediquemos a preparar hostias, sí tenemos que tener la seguridad de que Dios quiere nuestra ayuda para llegar de un modo u otro a los demás. Mediante una palabra, un ejemplo, una sonrisa, un consejo… desde nuestras vidas podrán ver a Cristo que se acerca a ellos.