

Este es un recurso que puede servirnos para abrir un sano debate, dar algunos ejemplos y por qué no, preguntarnos a nosotros mismos si en algún momento hemos padecido de esta lamentable epidemia: la doble moral.
Y digo epidemia porque la doble moral es amiga de la crítica y la hipocresía. Dos defectos que podemos adquirir con facilidad al estar rodeados de las personas equivocadas. Pero no nos demos tan duro, somos humanos y aquí todavía ninguno tiene una aureola sobre la cabeza.
Que este video también nos sirva para hacer una autoevaluación y una reflexión sobre nuestro proceder. Nunca es tarde para trabajar en la mejora de nuestros defectos y debilidades. 😉
Seguramente te viste reflejado en alguno de los ejemplos o pensaste en algún amigo. Confieso que el único que no me pareció nada descabellado fue el de la cucaracha (hasta el más valiente puede temerle a ese insecto infernal).
La importancia de ser coherentes
Pidamos ayuda divina si nos cuesta mucho corregir algún defecto o si nos sentimos débiles (María es especialista en darnos una manita si necesitamos ayuda). A veces a nosotros solos nos queda grande la tarea de mejorar. Es muy fácil sentir empatía con alguna de las situaciones que plantea el video, y también es aterrador darnos cuenta que efectivamente en algún momento de nuestra vida, hemos tenido una doble moral.
Ser coherentes implica indiscutiblemente conocernos a nosotros mismos, tener presente la repercusión que pueden tener nuestros actos y ser conscientes del impacto de nuestras decisiones, no solo en nosotros sino en las personas que nos rodean.
Algunas preguntas que sirven para discutir en grupo: ¿cómo definirías la doble moral?, ¿tus actos reflejan la forma en que te describes a ti mismo?, ¿recuerdas algún mal habito que te hacía tener doble moral?, ¿cómo crees que puedes ayudar a otros si sabes que no están obrando bien?, ¿cuál crees que es el mayor obstáculo que te impide dejar de tener una doble moral?
Déjanos saber qué opinas sobre este tema y cuéntanos en los comentarios qué otros ejemplos de doble moral conoces y cómo podrían ser combatidos.
Pongan el caso de un religioso, que hace un tremendo escándalo y expulsa a una señorita que había comentado que admiraba al religioso. Pero como la gente es escandalosa no dijeron admiración sino enamoramiento. Ese mismo religioso gilea de manera descarada a una terciaria, muy preocupado de llevarla a casa y recogerla.
Es hipócrita.