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Este video contiene la grabación de la contestadora de un colegio en Australia, que ante la falta de honestidad de padres y alumnos para justificar sus ausencias, decidió grabar este cómico mensaje en el que enfrenta las verdaderas intenciones de quienes llaman a la institución.



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Más allá de parecer algo irónico y exagerado, refleja una dura realidad: el cambio radical que se ha venido dando en nuestra sociedad del modo de asumir la responsabilidad y en la figura de la autoridad. Al decir esto podría sonar como una vieja criticona, o que estoy tratando de evocar que todo tiempo pasado fue mejor. Pero no es mi objetivo. Claramente los procesos educativos han ido evolucionando y produciendo cambios muy positivos en el aprendizaje, transformándolo en un proceso más activo en el que  los  estudiantes son constructores de su propio conocimiento. Pero si este proceso no se acompaña con una recta formación en valores como la responsabilidad, la honestidad, el esfuerzo, y el respeto a la autoridad; se puede cambiar el fin y, en lugar de educar a los estudiantes, se estaría buscando satisfacer los gustos y las comodidades de estos y de sus padres.

Los tiempos han  cambiado, las aulas de clase dejaron de ser las «salas de suplicio» donde los alumnos eran sometidos bajo la figura autoritaria de un maestro rígido y castigador para convertirse en espacios donde se construye el aprendizaje mediante la intervención de un facilitador. Si bien este  cambio ha producido seres humanos más despiertos, libres y creativos, ha puesto también en peligro una figura muy maltratada en nuestra época: la figura de autoridad.

colegio
Los tiempos han cambiado

Podríamos decir entonces que las aulas de clase ya no son «calabozos de tortura» para los estudiantes, pero muchas veces se han convertido en el banquillo de los acusados para profesores asustados ante la insurrección de padres de familia y estudiantes que desafían su autoridad y les exigen satisfacer sus comodidades, como si la educación fuera un servicio más que se contrata.

El intrépido mensaje de este colegio Australiano pone en la mesa un cuestionamiento a las comunidades educativas: Verdaderamente ¿quién educa? ¿El colegio o los padres de familia? La respuesta es que ambos lo hacen. La escuela continúa y complementa la educación que iniciaron los padres en el hogar, pero para ello es importante recordar tres verdades: que los mismos padres no sean quienes obstaculicen la educación de sus hijos; que donde no hay autoridad no hay respeto, y por último, el colegio tiene ya bastante trabajo con educar a los hijos, para terminar educando también a los papás. ¡Muy divertido el video! … entre broma y broma la verdad se asoma.