Papá: tu presencia es un regalo en mi vida. 9 imágenes que lo confirman
Recuerdo la primera vez que di a luz y salía de la sala de recuperación luego de haber estado ahí por tres horas. Recuerdo cómo las puertas de vidrio pavonado se abrían, la enfermera jalaba mi camilla, y ahí estaba él parado al lado de la puerta con esa sonrisa que me decía; “Ya pasó todo, aquí estoy”.
Mi papá estuvo ahí cuidándome mientras todos corrían, con justa razón, a ver a la recién nacida. Papá estuvo en esa puerta en todas mis cesáreas. Estuvo en todos mis partidos de vóley del colegio (para pelear cada decisión del árbitro). Me acompañó en mis búsquedas laborales, me financió en las épocas difíciles. Estuvo al otro lado del teléfono mientras yo lloraba. Me recogió de las fiestas a regañadientes (siempre negociando la próxima salida). Me reprendió las malas decisiones, me aconsejó y siempre hasta el día de hoy me pide que rece por él.
Hoy que soy madre, entiendo por primera vez la valiosa labor de los padres. Hoy que veo a mi papá puedo reconocer cada sacrificio, cada lágrima que secó, cada corrección por muy dura que me haya parecido y cada decisión que tomó pensando siempre en el bien de la familia. La labor de papá y su figura es insustituible en mi vida. Mucho de lo que soy, es porque él me lo inculcó. De él aprendí incluso a conocer y amar a mi esposo. Y a través de mi esposo, hoy reconozco con inmensa gratitud todo lo que mi papá hizo y hace por mi, por nosotros, sus hijos.
Les dejamos de regalo una galería con algunas frases del Papa Francisco para reflexionar sobre el significado de la paternidad. ¡Que lo disfruten!
«En la base de todo está el amor, lo que Dios nos dona, que «no falta el respeto, no falta el propio interés, no se enfada, no tiene en cuenta el mal recibido… todo lo perdona, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta»”.
«Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de sus hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de los padres”.
“Miremos a José como el modelo del educador, que custodia y acompaña Jesús en su camino de crecimiento. Él no era el padre de Jesús: el padre de Jesús era Dios, pero él hacía de papá a Jesús para hacerlo crecer en edad, sabiduría y gracia.»
«Los hijos deben crecer sin desanimarse, paso a paso. Si vosotros, una familia, padres, decís a los hijos ‘subamos esa escalera y les lleváis de la mano paso a paso, les hacéis subir, las cosas irán bien’. «
“Para un hijo no hay enseñanza y testimonio más grande que ver a sus padres que se aman con ternura, se respetan, son gentiles entre ellos, se perdonan mutuamente”.
«Esperemos que el Señor nos dé esta gracia de no autoexiliarse en la educación de los hijos. Y esto solamente pueda hacerlo el amor, la ternura y la paciencia”.
«La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida».
»Todos nosotros, para existir, estamos llamados a la paternidad, para sentirnos completos, para ser maduros, necesitamos sentir la alegría de la paternidad: incluso quienes somos célibes“.
0 comentarios