

¿Qué es lo más importante en la vida? Es una pregunta muy difícil de responder y es lo que intentará decirnos Dennis Prager, un político estadounidense conservador que presenta un programa de radio además de ser columnista, autor de libros y orador, en este video.
Lo primero que hace para responder a la pregunta es descartar algunas opciones: “¿será el dinero? Con tanta gente rica y triste definitivamente no lo es”, afirma “¿será el amor? no imagino mi vida sin el amor de mi familia, amigos y demás, pero si no tienes lo que voy a decir, no recibirás tanto amor.” Y el tercer intento de respuesta es la felicidad, “es muy, muy importante, pero nuevamente si no tienes lo que voy a decir habrá muy poca felicidad en el mundo.” Tengo que confesar que hasta este punto del video, quedé desconcertada, para mí el amor y la felicidad eran la base de todo… hasta que escuché la respuesta final de Prager con “redoble de tambores”, lo más importante es (tener): BUENOS VALORES.
Y, ¿a qué se refiere? El dueño de la plataforma Universidad Prager nos explica que “un valor es algo que piensas que es más importante que cualquier otra cosa”, “más importante que el dinero, el amor y la felicidad”, “los valores son más importantes que los sentimientos.” Esto es algo difícil de entender para muchos, pues en el mundo en que vivimos, hay un conflicto grande entre sentimiento y valor. Generalmente hacemos las cosas solo porque sentimos ganas de hacerlo, no porque sabemos que están bien.
Todas estas reflexiones me recordaron mis clases de filosofía en primer semestre de la universidad y todas las discusiones que se armaban en torno a ello, todos buscábamos la verdad, pero cada uno con su opinión trataba de cambiarla.
Y recordando al sabio Aristóteles, que desde el 300 A.C, hablaba de la virtud como “el hábito por el que el hombre se hace bueno y realiza bien la obra que le es confiada” en su famosa Ética a Nicómaco, y tal como dice Prager, Aristóteles afirma que ese hábito se resume en “elegir el medio relativo a nosotros en acciones y emociones, determinado por la razón y tal como lo determinaría un hombre prudente”. También en la Antigua Grecia, surge el concepto de hedonismo, esa doctrina basada solamente en el placer, ignorando el dolor. Existen hoy en día muchos experimentos sociales que dan cuenta de la sociedad hedonista en la que vivimos, en la que ignoramos el dolor de los demás y solo buscamos nuestro bienestar. La práctica más común es la de decidir a través de nuestros sentimientos, no de aquello que es correcto.
Esto nos lleva a pensar que en todos los tiempos, ha habido distintos tipos de personas, aquellas que han actuado por los sentimientos o bajo la luz de la razón, según la elección de vida que hagan. Todos los días nos encontramos con situaciones que nos hacen decidir si hacer o no lo correcto, algo tan simple como lo que muestra el video: el hecho de copiar en un examen es ya un acto de corrupción que después se verá replicado en la vida adulta de ese joven cuando deba decidir algo importante para su país. Los valores morales arraigados y que se practican a diario van forjando nuestras acciones y por lo tanto amplían nuestra libertad, que es la capacidad de elegir el bien.
Les dejamos un último pensamiento:
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