

Hoy les quiero compartir este lindo corto animado que está circulando por redes sociales. En él veremos cómo una pequeña niña se contagia del amor que su padre le tiene a su trabajo, ambos hacen quesos y en su pequeño taller solamente se ve la ternura de un padre hacia su inocente hija. Es así como le transmite a ella ese amor y pasión por hacer de su trabajo, una obra de arte.
Les recomiendo que vean el vídeo y lo compartan con todas aquellas personas que diariamente, con pequeños gestos, aportan al crecimiento de los demás desde el amor.
Les dejaré tres puntos para reflexionar, son cortos, pero sé que por lo menos uno de ellos lo habrán vivido alguna vez en la vida. Los invito a leerlos y a compartirnos su opinión en los comentarios… y por qué no, compartirlo con sus conocidos.
1. El amor enseña…
Desde muy pequeños comenzamos a caminar, expresarnos, tomar diferentes elementos de nuestro entorno e imitar comportamientos que íbamos mirando y aprendiendo de las personas que teníamos a nuestro alrededor. Poco a poco fuimos creciendo y también decantando ciertas maneras de actuar y gustos que aún hoy conservamos.
La mayoría podemos decir que tenemos ciertas costumbres, actitudes, sueños, talentos que hemos heredado de alguna persona, sea familiar o amigo. Y es que ese primer amor que recibimos desde nuestra infancia es aquello que ha dado pie a fortalecer y enriquecer nuestra forma de ser hoy.
2. El amor nos ayuda a luchar por nuestros sueños
Muchos hemos soñado con ser como nuestros padres, abuelos, o como alguna otra persona a la cual admiramos y respetamos. También hemos sido afortunados al recibir de ellos un ejemplo en el camino hacia la consecución de ese sueño, al escuchar frases como: «¡Un día lograrás hacer lo mismo que yo, y lo harás aún mejor!», «sigue adelante que tú puedes lograrlo», entre muchas más… bellas expresiones de amor que hemos podido recibir, pues el amor engrandece nuestros aprendizajes.
3. El amor contagia el ánimo para seguir adelante
Quien te ama busca todas las maneras posibles para mantenerte en pie en la lucha, en la carrera por ese sueño, por ese anhelo o deseo que poseemos en el corazón. Gracias al amor que se tiene hacia la otra persona es que llegamos a decir: «Tu anhelo, tu meta, es mi anhelo y mi meta», por lo que apoyar al otro en su caminar hasta lograr su objetivo, es compartir un gran triunfo.
Espero que esta reflexión te motive a compartir tu más sincero amor con las personas que tienes a tu alrededor. Para terminar te dejo esta frase que puede ayudarte a meditar durante el día: «No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar» — Albert Camus.
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