

La belleza de ser un migrante radica en nuestra capacidad para adaptarnos, aprender y crecer. ¿Te encuentras con dificultades para entender las normas sociales locales? ¡No te preocupes! Incluso los nativos a veces se confunden. Solo recuerda reírte de tus errores y aprender de ellos, porque eso es lo que te llevará a una adaptación triunfal.
A lo largo de mis experiencias alrededor del mundo, he descubierto que hay ciertas actitudes que pueden hacer que la adaptación sea mucho más gratificante.
Aquí te dejo algunas de ellas, consejos para migrantes que toman en cuenta cómo algunos santos han enfrentado estas situaciones. La belleza de la condición de migrante nos permite explorar y comprender la universalidad de la naturaleza humana: es decir, todos anhelan, ríen y lloran.
(Y todos necesitan el número 1 y 2 😉 )
1. Supera el miedo a pedir ayuda



En primer lugar, debemos superar el miedo a pedir ayuda. No tengas temor de buscar apoyo cuando lo necesites. La palabra «católica» significa «universal» por algo.
La comunidad local y las personas que te rodean pueden ofrecerte orientación, consejo y asistencia en tu proceso de adaptación. Confía en Dios. Si te ayudas, Él te ayuda más.
2. Conéctate con la comunidad local a través de la Iglesia



Una de las formas más efectivas de conectarse con la comunidad local es a través de la Iglesia. En la iglesia militante aquí en la tierra, podemos encontrar un lugar de pertenencia, consuelo y apoyo.
Y no temamos seguir los ejemplos de santos en la Iglesia triunfante. Algunos ejemplos de santos migrantes que pueden darnos testimonio y consejos son Michele Ruggieri y Matteo Ricci en China, así como Francisco Javier en Japón. Ellos encontraron en la iglesia una fuente de fortaleza y consuelo durante sus experiencias en lugares desconocidos.
Michele Ruggieri y Matteo Ricci son dos misioneros jesuitas que en el siglo XVI llegaron a China, donde tuvieron que aprender el idioma y adaptarse a la cultura local. A través de su trabajo con la comunidad china, lograron crear un diccionario y un atlas geográfico de China, que ayudó a Occidente a entender y aprender sobre la cultura y el idioma chino. Su experiencia nos enseña la importancia de conectarse con la comunidad local para comprender su cultura y aportar a su desarrollo.
Por su parte, Francisco Javier fue un misionero jesuita que en el siglo XVI llegó a Japón, donde se enfrentó a muchos desafíos debido a la hostilidad hacia los misioneros extranjeros. Sin embargo, a través de su trabajo incansable, logró convertir a muchos japoneses al cristianismo. Su experiencia nos enseña la importancia de mantener una actitud positiva y perseverar en nuestros objetivos, a pesar de los obstáculos.
Es importante tener una actitud de crecimiento. Walter Ciszek, un sacerdote y misionero estadounidense, nos enseñó la importancia de aprender y crecer en cada experiencia. En la década de 1930 fue enviado a Rusia, donde fue capturado y enviado a campos de trabajo forzado. Durante su encarcelamiento, fortaleció su fe y aprendió a adaptarse a su situación, lo que lo llevó a convertirse en un ejemplo de resistencia y esperanza para sus compañeros de prisión. Su experiencia nos enseña la importancia de tener una actitud de crecimiento y de encontrar la esperanza incluso en situaciones difíciles.
Y siendo sinceros, creo que tu situación no es tan compleja como la de ellos.
3. No asumas



Entre los consejos para migrantes, uno muy importante es, sobre todo, no asumir los locales tienen su vida completamente resuelta; cada uno tiene su propia historia y desafíos.
Por eso, agradece cada pequeño logro en tu proceso de adaptación, ya sea aprender una nueva palabra, entablar una conversación o tener una entrevista de trabajo. Todo progreso es un paso hacia delante.
Finalmente, recordemos la historia de José cuando fue a Egipto. Fue vendido como esclavo por sus hermanos y terminó en Egipto, donde por estar dispuesto a ayudar y atento a las oportunidades se convirtió en un consejero de confianza del faraón. Y es que no fue cuestión de suerte, sino de una oportunidad que encontró su talento.
4. Fortalece tus talentos y habilidades



Fortalezcamos nuestros talentos y habilidades para aprovechar las oportunidades que se presenten en nuestro camino. La adaptación es un proceso y es normal extrañar en ocasiones, pero recuerda que los diamantes se forman bajo presión.
Charles Darwin nos enseñó que «no es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio». Aceptemos el desafío de adaptarnos y convertirnos en migrantes excepcionales. Agradezcamos cada oportunidad de crecimiento y enfrentemos cada nuevo día con una sonrisa y una mente abierta.
Como dijo San Ignacio de Loyola, «trabaja como si todo dependiera de ti, pero confía en Dios como si todo dependiera de Él».
¡Abraza tu nueva aventura migratoria y conviértete en el protagonista de tu vida!
5. ¡Aprende a disfrutar!



¡Haz de tu experiencia migratoria un espectáculo digno de aplausos y disfruta del escenario del mundo con tu toque personal!
Y si por esas cosas de la vida, un día en verdad estás bajón y sientes que no logras hacer brillar la luz de Cristo que vive en ti, no te olvides de estas palabras del literato puertorriqueño René Pérez Jogral: «Levántate, ponte hyper / Préndete, sácale chispas al starter / Préndete en fuego como un lighter».
«Tu vida puede ser la única Biblia que muchos lean». Como dijo San Antonio María Claret: «Haz, Señor, que ardamos en caridad y encendamos un fuego de amor por donde pasemos.» ¡Dios no elige a los poderosos, sino que empodera a los elegidos!
¿Qué otros consejos querrías dejar a migrantes? O, si te ha tocado dejar tu hogar, ¿qué actitudes te han ayudado? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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Siempre en la vida se debe cultivar y practicar con una actitud positiva e inclinada hacia el bien y el servicio. Es sano y prudente tener presente que: no hay nadie tan poderoso en el mundo, que no necesite de los demás.