

En esta ocasión traemos un video de Guille Aquino, llamado «Fake News Club». De una manera jocosa y entretenida nos explica qué son las «fake news» (falsas noticias), y luego nos hace reflexionar sobre el impacto en la sociedad que genera el manejo de las redes sociales y la información.
Luego de ver este divertido video, te invito a reflexionar sobre el manejo que le das a la información. Te comparto algunos consejos que pueden ser útiles.
1. Verifica tu fuente
Ten cuidado con la información que compartes. Actualmente se habla de libertad de expresión, de libre acceso a la información tanto física como virtual. Hasta el punto en que afirmamos que la información es poder, pero cómo la manejamos, hasta qué punto tenemos prudencia en la divulgación de la misma.
El vídeo, de manera un tanto bromista, trae la supuesta muerte de Messi. Todos la comparten y creen en su veracidad porque viene de una «fuente confiable», y es allí donde damos paso a algo más grave aún: la consagración de dicha «verdad» como irrefutable.
Sí, porque si grave es la difusión indiscriminada de información no verificada, más grave aún es la fe ciega que hace irrelevante la idea o información contraria que frecuentemente, es la real. ¡Cuidado con lo que compartes! Antes de crear una lista de difusión por Whatsapp corrobora los hechos.
2. Recuerda que no todos somos periodistas
Gracias al fácil acceso a Internet que tenemos la gran mayoría, se ha hecho normal que todos tengamos una faceta pseudo-periodista. Que hace que deseemos en todo momento tener la última noticia del mundo, del país, de la ciudad, del barrio, del vecino, del amigo y de todos.Y no solo que busquemos esa información, sino que seamos divulgadores de esta información y atención, frecuentemente proclamando la absoluta veracidad de esta.
Nosotros que somos cristianos tendríamos que tener claro que aquella regla de oro que dice: «No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti», también es válida en el manejo de las redes sociales. Es por esto que te recomiendo aplicar el siguiente filtro ante la información que obtienes y la que divulgas:
¿Qué tan seguro estoy de que es cierta la información?, ¿qué efecto tiene esta información sobre las personas implicadas?, ¿en qué beneficia su divulgación, a los implicados, a la sociedad y a mí?, ¿estoy dispuesto a aceptar una idea contraria o a comprender que simplemente, esta información es falsa? Luego decide sobre qué hacer con ella.
3. Ten presente que no somos dueños de la verdad
Todos los seres humanos, somos susceptibles a las equivocaciones. Sin importar cuán inteligentes o formados seamos, la condición humana está siempre proclive al error. Luego esto nos debe llevar a comprender y aceptar que otros estén en error y aún más, nos debe hacer conscientes de que podríamos ser nosotros los que estemos equivocados.
Un acto de misericordia es corregir al que se equivoca. Pero esto no nos hace «dignos» de imponer nuestra verdad, sino de saber corregir o aceptar correcciones con la mayor caridad posible.
Ahora la llamada «post verdad», hace que se distorsionen miles de datos de la realidad para condicionar la actitud de la sociedad frente a una u otra situación. Llegando a afirmar «si está en las redes sociales es verdad», es casi como si se olvidara que las redes sociales hacen parte de una realidad muy poco real, la virtual.
Además, tenemos que ser claros en algo y es que aunque actualmente sea así, es totalmente incorrecto. Un cúmulo de mentiras que se repiten constantemente nunca deberían ser tomadas como verdad. ¿Será que somos conscientes de que la mentira va en contra de la verdad y que en términos cristianos, va en contra de Jesucristo que es la misma Verdad?
4. Entiende que no somos miembros de una realidad mágica
¿Acaso somos parte de una realidad mágica? Es una pregunta que todos debemos hacernos, porque la virtualización de la realidad nos lleva a eso precisamente. A un realismo mágico que distorsiona absolutamente toda la realidad, a tal punto que la verdad es burlada por la «post verdad».
El famoso «chequeo» está cada vez más condicionado con la autoridad que la farándula le da a quien divulga la información. Me atrevo a decir que es una creación de semi-ídolos dado que sus palabras son, «palabras sin error».
5. Compréndelo, cualquiera puede cometer errores
Entonces surge el interrogante: ¿Qué debemos hacer como cristianos? Debemos ser conscientes de nuestra condición de fe que nos hace ser custodios de la verdad que es el mensaje de Jesús. Además de comprender que somos limitados y por tanto cualquiera puede ser proclive al error.
Cuando estemos frente a una posible «fake news», debemos tener una actitud absolutamente crítica. Distanciarnos de toda aquella idolatría hacía información, entidades y personalidades que finalmente quieren ir en contra de la verdad. El cristiano es un ciudadano del Reino, no es miembro de un realismo mágico alejado de toda verdad.
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