

«Conócete a ti mismo» (originalmente en griego gnóthi seautón) es una frase filosófica muy famosa esculpida sobre el dintel de la ciudad griega de Delfos. ¿Alguna vez la has escuchado? Son muchos los filósofos que la han utilizado a lo largo de la historia refiriéndose a la importancia del autoconocimiento y sugiriendo otras preguntas relacionadas: ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿adónde voy?
Traigo esta frase presente porque en este post analizaremos brevemente un comercial muy divertido de Burger King que nos hace tomar conciencia sobre la importancia de escucharnos a nosotros mismos. Dejando de lado el ruido que viene del exterior y que muchas veces puede confundirnos o hacernos perder de vista quiénes somos y qué queremos.
Más aún teniendo en cuenta el mundo acelerado y lleno de información (o desinformación) en el que vivimos. Hoy que está tan de moda el «self care» (la tendencia a cuidarse antes que nada a uno mismo) o el «escucha a tu corazón».
La importancia de sabernos escuchar a nosotros mismos
A lo largo de todo el video vemos cómo esta mujer intenta mil actividades. Pero aparecen una serie de «voces» u opciones que contradicen lo que ella cree que es correcto o «bueno» para su salud. Ante esto, ¿qué elegir?, ¿qué hacer?
¡Ya no sabe! Cansada un poco de la situación y de la saturación de consejos e información de pronto ve la luz a través del túnel. Encuentra, sin dudarlo y muy segura de sí misma, algo que realmente quiere: ¡Una hamburguesa! Finalmente, el comercial termina con la frase: «escúchate a ti mismo».
Sin duda, Burger King nos plantea desde la simplicidad de esta publicidad un tema que resulta muy importante para todos y que debemos tener presente siempre: el autoconocimiento y el escucharnos a nosotros mismos para saber cómo estamos, qué queremos, qué dicen nuestros deseos y sentimientos.
Lo cual no es un camino fácil ya que requiere de mucho entrenamiento y silencio para poder escucharnos y saber qué necesitamos.
Lo que significa conocernos verdaderamente
El mundo avanza cada vez más rápido. Son muchos los estímulos externos que nos rodean. Los que nos pueden distraer o alejar de quiénes somos si no nos conocemos realmente y nos tomamos un tiempo de silencio para escucharnos a nosotros mismos.
Y es que, conocernos, no solo implica saber algunos datos como nuestra altura, color de ojos, película favorita, plato de comida que más nos gusta, color preferido, pasatiempos, entre otros. Conocernos significa poder dar razón de nuestra existencia.
Tomar conciencia de nosotros mismo, de nuestras virtudes, valores, anhelos, personalidad, alegrías, fragilidades, tristezas, temores, angustias. Significa saber dar una respuesta de nosotros mismos desde el plano físico, psicológico y espiritual.
En la medida que nos conozcamos podremos comprender mejor a los demás y la realidad que nos rodea. También actuar de manera consecuente a nuestros anhelos y deseos más profundos.
En la Encíclica «Fides et Ratio» de Juan Pablo II encontramos una frase que puede ser de ayuda: «Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo».
¿Qué puedo hacer para conocerme mejor?
Ahora bien, quizás te estés preguntando ¿y qué puedo hacer para conocerme mejor y de una manera más auténtica? ¿cuáles son las claves para el autoconocimiento? Algunos puntos que podrías tener en cuenta son:
1. Dedica cada día un tiempo a tu relación con Dios
Hemos sido creados por Dios y quién mejor que Él para mostrarnos quiénes somos y revelar ese misterio. Nuestra capacidad de autoconocimiento dependerá en gran medida de cuán estrecha sea la relación que tenemos con nuestro Padre.
Pero para ello es importante hacer primero un proceso de introspección para entrar en contacto con nuestro interior. San Agustín decía «Noverim me, noverim Te» (que me conozca y te conozca), es decir, en la medida que nos conozcamos y entremos en nosotros mismos nos encontraremos en la intimidad con Dios y lo conoceremos cada vez más. ¡Hazte amigo de Él!
2. Date un tiempo durante el día para ti mismo
Ya sea en la mañana, tarde o noche. Es importante hacer una pausa en nuestro día y darnos un tiempo para pensar cómo estamos, qué queremos y si estamos yendo por buen camino.
¿Somos consecuentes con nuestras acciones?, ¿nos sentimos contentos, agradecidos y en paz?, ¿cómo está nuestra relación con los demás? Para ello, hay que poner en práctica el silencio y aprender a escuchar nuestra voz interior.
3. Deja de lado la bulla externa y aprende a meditar
Vivimos llenos de estímulos que muchas veces llenan de ruido nuestro interior. Incluso nos hacen olvidar el momento presente y tenemos nuestra mente ocupada en muchas cosas o momentos como el pasado o futuro.
¡Estate presente en el aquí y ahora! La meditación es importante. Quizás leer cosas productivas te puedan ayudar a encontrarte contigo mismo e ir descubriéndote cada vez más. Te recomiendo también el curso online «Crecer en la vida de oración».
4. ¡Déjate sorprender!
En este proceso de autoconocimiento irás descubriendo cosas fascinantes de ti mismo en la medida que vaya pasando el tiempo y viviendo cada etapa que nos toca.
La vida siempre nos pone distintas situaciones o hitos que no son fáciles. Pero que nos permiten sacar cosas de nosotros que quizás no conocíamos y esto nos ayuda a ver lo que somos capaces de lograr ¡Déjate sorprender y maravillar!
5. Sé muy paciente contigo en este proceso
El autoconocimiento no es un proceso fácil y muchas veces uno puede desalentarse al no saber dar respuesta de sí mismo. Además, conocernos no es solamente conocer las cosas bonitas que tenemos, sino también es encontrarnos con aquellas miserias y debilidades que no queremos ver o aceptar.
Ante esto, es importante tener en cuenta que siempre tenemos la oportunidad y libertad de cambiar. Y que en la medida que reconozcamos y aceptemos esas cosas que no nos gustan de nosotros, podremos ser mejores personas con la gracia de Dios.
Ten en cuenta también la importancia de mirar tu historia personal. De dónde vienes, cuáles son tus raíces, tu familia, etc. Conoce quiénes son tus padres, tus abuelos… ¡Empieza esta aventura de conocerte mejor a ti mismo!
de favor quisiera ayuda de conocimiento de mi mismo