Una tentación que tenemos todos los cristianos es el activismo. Creer que somos mejores seguidores de Cristo si realizamos muchas obras para Él. Sobreestimamos nuestra vida activa y nos entregamos a la acción, suponiendo que solo a fuerza de ésta se produce nuestra conversión y poco a poco vamos dejando de lado nuestra vida interior. De ello nos advertía ya el poeta y místico cristiano san Juan de la Cruz:
En este vlog les daremos tres claves fundamentales para recuperar el silencio interior en medio de la actividad en nuestra vida cotidiana: la oración, la confianza y el abandono.
