consecuencias del aborto

Todos hemos tenido en nuestras vidas a alguien famoso a quien admiramos, ya sea por su talento, su influencia en el mundo, su reconocimiento o por ser un referente en lo que hace. Encontramos desde futbolistas que todos conocemos, como Ronaldo y Ronaldinho, hasta cantantes de renombre como Shakira, quienes a menudo se presentan en los medios como referentes e importantes.

Quizás, en algún momento, nos habría gustado ser como ellos cuando éramos pequeños o, al menos, conocerlos. Sin embargo, cuando ingresamos a la vida personal de estas personas, es decir, cuando vemos sus corazones y vidas, también descubrimos una historia de heridas y desaciertos que han roto en pedazos sus vidas.

Muchos sufren en silencio, mientras que otros intentan visibilizarlo de alguna manera. Lo cierto es que no siempre la audiencia se da cuenta del nivel de sufrimiento que puede albergar una persona en su corazón, aunque sea muy conocida y tenga miles de personas aplaudiéndola en el escenario. Y de eso quiero hablarte hoy.

El dolor expresado en el arte

Todos hemos necesitado expresar el dolor en nuestra vida. Para los músicos, su profesión se convierte en una forma de manifestar sus experiencias y vivencias ante el mundo. Este es el caso de Britney Spears en su canción «Everytime».

En esta canción, ella se dirige a su bebé, a quien ha abortado – según recientemente se ha dado a conocer tras la publicación de su autobiografía -. Seguramente, hay muchas circunstancias que rodearon este evento y que no conocemos. Lo que alcanzamos a comprender es que el padre del bebé (Justin Timberlake) no quería que ella continuara con el embarazo, a lo que Britney accedió.

Para una artista como Britney Spears, el canto seguramente se convierte en un camino para profundizar y asimilar su experiencia de dolor ante la pérdida que ha tenido.

Una parte de la canción dice:

Cada vez que intento volar
Me caigo sin mis alas
Me siento tan pequeña
Creo que te necesito, amor
Y cada vez que te veo en mis sueños
Veo tu rostro
Me estás persiguiendo
Creo que te necesito, amor

Me hago creer
Que estás aquí
Es la única manera
Lo veo claro
¿Qué he hecho?
Parece que seguiste adelante muy fácilmente.

Es evidente en la letra que hay una nostalgia que invade a Britney Spears por no tener a su hijo con ella. En muchas ocasiones, aquellos que apoyan realidades tan complejas como el aborto no llegan a comprender completamente la experiencia profunda que puede experimentar la persona que busca abortar. En ocasiones, esta experiencia se pasa por alto.

Muchas de estas personas reciben un acompañamiento psicológico, pero muchas otras no.

Lo que es cierto es que siempre es una experiencia que parte el corazón de la persona; el aborto siempre trae consecuencias.

El aborto tiene un rostro y consecuencias…

Algo que dice la canción es «y cada vez que te veo en mis sueños, veo tu rostro». Es increíble que se pueda plasmar en una canción una experiencia tan profunda que a menudo se quiere ignorar. El rostro pertenece a una identidad, a alguien que se está yendo y a quien se le está negando la vida.

La realidad del aborto es que alguien muere. Desde cualquier perspectiva, es una realidad que causa sufrimiento: en la madre, en el padre, en el bebé, y así sucesivamente.

«¿Qué he hecho?»

Esta parte de la canción sin lugar a dudas me conecta con una de las 7 Palabras de Jesús en el evangelio: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc. 23:34). Refleja lo que hay detrás de nuestras decisiones.

Muchas veces tomamos decisiones en la vida o sobre la vida de otros. Y hay una ceguera espiritual de fondo que no nos permite comprender completamente la realidad y las consecuencias de nuestras decisiones.

Luego, el Espíritu Santo llega a tocar nuestros corazones para mostrarnos la realidad de nuestros actos. Y reconducirnos a la misericordia del Padre, al igual que el Hijo Pródigo. Pareciera que para Britney Spears llega un momento en su experiencia donde se enfrenta a sí misma y Dios le permite dimensionar sus propios actos.

En conclusión, es importante seguir denunciando la realidad y consecuencias del aborto. Pero siempre recordando los rostros que hay detrás de esta realidad: el rostro de un hijo de Dios que sufre y necesita ser acompañado. Dios nos llama a caminar en la verdad y, por lo tanto, siempre debemos recordar que el aborto es un crimen contra un bebé.

Sin embargo, si no acogemos esta realidad con misericordia, nos convertiremos en jueces morales de la vida de los demás como Iglesia. «¿Qué he hecho?» es lo que muchas veces nos preguntaremos delante de Dios cuando examinemos nuestras conciencias ante Él para rogar por su misericordia con corazones dolidos.