

Al final de toda película no pueden faltar los créditos, un espacio donde se reconoce a los directores, guionistas y demás personas que estuvieron involucrados y sin cuya intervención nada hubiera sido posible. Lo mismo sucede con las canciones, los libros, las obras de arte, en el sentido de que es necesario atribuir toda creación a su creador.
De esta manera, al reconocer que eres obra de Dios, es imprescindible darle a Él toda la gloria por cada uno de los acontecimientos de tu vida. Hacer esto puede llegar a ser fácil en la oración personal de forma privada, pero ¿te atreverías a hacerlo en público, frente a cientos de personas?
Así lo hizo recientemente esta valiente joven durante su discurso de graduación. Llegó a impactar a millones de personas con su hermoso discurso, donde reconoce que todo lo que ha conseguido es por obra de Dios.
¡Honor a quien honor merece!
Al alcanzar una meta, cumplir un sueño o un objetivo que ha significado mucho esfuerzo, es fácil vanagloriarse y pensar: ¡qué bien lo hice! cuando en realidad es Dios quien lo hace todo en todos y quien se merece todos los créditos de tu vida y de la mía.
Por ello es muy importante reconocer la providencia de Dios. Saber que todas las capacidades que tienes vienen dadas gracias a su providencia y misericordia, pues sin Él nada es posible.
Un corazón así de agradecido siempre encuentra alegría, incluso en circunstancias difíciles, porque confía plenamente en que todo es para la mayor gloria de Dios.
¿Cómo compartir y hacer viral el Evangelio?
Jesús dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia». Quizás aún no estés viajando por el mundo, pero en tus actividades cotidianas tienes cada día la oportunidad de impactar otras vidas, reconociendo y comunicando abiertamente tu fe.
Si sientes que no encuentras las palabras o te pones nervioso/a al compartir el Evangelio, recuerda que Dios te acompaña. Cuentas con su ayuda para evangelizar en todo momento. Seguro te sorprenderás de todo lo que Él es capaz de hacer a través de ti. ¡No tengas miedo!
Así que, para ponerlo en práctica, te invito a que en tu próxima reunión de trabajo, durante una exposición en el colegio o la universidad, al platicar con tus vecinos, en la clase del gimnasio, en el salón de belleza o en el partido de fútbol, no dudes en compartir el mensaje de salvación con tus propias palabras a todos los que te rodean.
¡Y que toda la gloria sea siempre para Dios!
Que grandeza la de esta joven. Gran corazon y un reconocimiento a Jesus porque sin El no somos nada. Todo todo lo que somos y lo que hacemos es gracias a El. Excelente
Dios nunca deja solos a sus hijos, Él siempre nos dará las capacidades a la hora de afrontar cualquier situación, es simplemente que nos pongamos en sus manos, y sigamos el camino que se nos va iluminando… Por eso, dar gracias a Dios por todo, es poco!!
Esto es cierto, es algo que nos falta aún más a los católicos, como que tenemos miedo de profesar nuestra fe… Eso les digo a los jóvenes y personas con quienes comparto trabajo, servicios, amistad, etc. No debemos tener miedo de reconocer que sobre nosotros está el AMOR de una PDRE que siempre vela por sus hijos, un padre que acompaña, da la mano… y ap0rendemos así a ser AGRQADECIDOS. la GRATITUD es la marca del corazón que ama ay se sabe amado.
Que hermoso, que convencida del amor de Dios y su Providencia se presenta la Joven, es un ejemplo para todos los Cristianos
Excellent Job!!! GBY!!
Me hizo reflexionar mucho y tiene toda la razón del mundo gracias a Dios tenemos diferentes capacidades y/ o habilidades que tenemos es por obra de él .
Y nunca lleve su palabra en una reunión ,charla o evento pero estaría bueno probar .
Muchas gracias por este artículo, de verdad que ayudan a ser más valiente en el mundo de hoy
Dar la gloria a Dios, agradecerle, y mucho más no debería ser extraordinario, si todo lo contrario. 3s real y verdadera que sin él, sin Dios nada es posible. Con el todo es posible y nada es importante para Dios
🙂