

El video que les comparto a continuación, me sorprendió bastante. Se trata de una publicidad saudí, es refrescante ver que no se trate de la típica imagen de la mujer liberándose de sus cadenas y del yugo «heteropatriarcal», que no sea una publicidad más que busca dividirnos, que responde a una suerte de revancha.
Las mujeres pasamos y seguimos pasando por mucho
Entiendo muy bien lo que hemos pasado y seguimos pasando las mujeres alrededor del mundo. Sé de las grandes injusticias y los grandes abusos. De alguna manera creo que varias de nosotras los hemos sufrido y aún seguimos luchando por buscar ese trato digno e igualitario en derechos.
Entiendo el enojo, entiendo que muchas vean al hombre como el malvado opresor. Entiendo también que muchas puedan ver a su misma naturaleza como el limitante para ser iguales. Que rechacen la maternidad, que quieran eliminar la diferencia. Entiendo de dónde vienen todos esos pensamientos.
Y también entiendo que por ahí no es la salida. Cuando hablamos de feminismo, primero necesitamos entender el por qué. De dónde es que salió. Y entendiendo eso, aportar desde dónde nos toca. Ayudar a develar la verdad: La verdadera igualdad se logrará solo si hombres y mujeres nos reconocemos distintos y avanzamos de la mano.
Juntos podemos lograr grandes cosas
Este comercial, en su brevedad y sencillez dice mucho: Juntos vamos más lejos. Si permitimos que el feminismo se quede en el enojo, en odiar a los hombres por el simple hecho de serlo, en rechazar la esencia de la mujer, que tiene que ver son su maternidad (sea madre o no), solo repetimos la historia, pero desde la vereda de enfrente. Es decir lo único que hacemos es pagar con la misma moneda, en lugar de buscar justicia, bien y verdad.
Hombre y mujer son iguales en dignidad, merecen tener las mismas oportunidades, los mismos derechos ante la ley y a la vez, leyes que abracen esta diferencia. Como por ejemplo las licencias de maternidad y paternidad, los horarios flexibles, etc. Ahí se encuentra esa igualdad que buscamos, no en el plano de eliminar quiénes somos y mucho menos, en despreciar al otro por su naturaleza.
Recordemos que las mujeres que han resaltado en la historia, han tenido en la mayoría de los casos, un hombre bueno al lado que las ha empujado, que les ha abierto puertas y que ha creído en ellas. Hombres y mujeres hemos venido juntos al mundo para hacer de él un lugar hermoso en dónde vivir, «Para ser fecundos y dominar la tierra», juntos.
En ningún lado dice que las mujeres serán las fecundas y los hombres dominarán la tierra. No, la tarea es hacerlo de la mano y el día que entendamos esto, tal vez ese día, como en el comercial, podremos volar y hacer cosas fantásticas de la mano.
«El hombre y la mujer no están llamados solo a hablarse de amor, sino a hablarse, con amor, de aquello que deben hacer para que la convivencia humana se realice a la luz del amor de Dios por cada criatura» (Papa Francisco).
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