

Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia (Sal 70,5), tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza y satisfacción. Tú eres belleza, tú eres mansedumbre; tú eres protector (Sal 30,5), tú eres custodio y defensor nuestro; tú eres fortaleza (cf. Sal 42,2), tú eres refrigerio. Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra, tú eres caridad nuestra, tú eres toda dulzura nuestra, tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador. — Escritos de San Francisco de Asís. Pag, 11