

Pues el Hijo procede como Palabra del entendimiento y el Espíritu Santo como Amor de la voluntad. Así, pues, en las criaturas racionales, con entendimiento y voluntad, se encuentra la representación de la Trinidad a modo de imagen, en cuanto que se encuentra en ellas la palabra concebida y el amor. — Suma Teológica I, cuestión 45, artículo 7