Papá era un hombre severo, y esperaba mucho de nosotros. Recuerdo que cuando volvía a casa por la noche me despertaba para preguntarme si había hecho cosas provechosas durante el día, me interrogaba sobre la tabla de multiplicar y sobre los otros deberes escolares, y siempre repetía: «¡No olviden de quién son hijos!». Recuerdo con cariño la generosidad de mi padre — Madre Teresa de Calcuta. La madre de los pobres. Pag, 6