

Quien me sigue no anda en tinieblas, dice el Señor. Estas palabras son de Cristo, con las cuales nos exhorta a que imitemos su vida y costumbres, si queremos ser verdaderamente iluminados y libres de toda ceguedad del corazón. Sea, pues, todo nuestro estudio pensar en la vida de Jesús. Las palabras sublimes, no hacen al hombre santo ni justo; más la virtuosa vida le hace amable a Dios. Más deseo sentir la contrición, que saber definirla. Si supieses toda la Biblia a la letra, y las sentencias de todos los filósofos, ¿qué te aprovecharía todo, sin caridad y gracia de Dios? — Imitación de Cristo. Pag, 1