Lo único que Jesús nos pide en todo momento es que nos entreguemos absolutamente a Él, que confiemos en Él plenamente, renunciando a nuestros deseos para cumplir con el camino que nos va trazando. No es necesario que veamos claro si vamos progresando o no en el camino de la santidad. Lo importante es ir caminando en el Señor. El camino a la santidad comienza dejándonos vaciar y transformar por el mismo Jesús, para que Él llene nuestro corazón y podamos luego dar de nuestra abundancia. Buscándolo, porque su conocimiento nos hará fuertes. Amándolo sin mirar atrás, sin temores, creyendo que solo Jesús es la vida. Sirviéndolo, rechazando y olvidando todo lo que nos atormenta, porque es Él quien nos
ayudará en el camino elegido. No estamos solos. Confiemos en Él. — Pensamientos Madre Teresa de Calcuta, Pag 10