

La memoria cristiana es como la sal de la vida. Sin memoria no podemos ir hacia delante. Cuando nos encontramos cristianos ‘desmemoriados’, rápidamente vemos que han perdido el sabor de la vida cristiana y han terminado como personas que cumplen los mandamientos, pero sin la mística, sin encontrar a Jesucristo. Y a Jesucristo debemos encontrarlo en la vida – Homilía en Casa Santa Marta el 7 de junio de 2018.