No te vences, no eres mortificado, porque eres soberbio. — ¿Que tienes una vida penitente? No olvides que la soberbia es compatible con la penitencia… — Más razones: la pena tuya, después de la caída, después de tus faltas de generosidad, ¿es dolor o es rabieta de verte tan pequeño y sin fuerzas? — ¡Qué lejos estás de Jesús, si no eres humilde…, aunque tus disciplinas florezcan cada día rosas nuevas! — Camino. Pag, 16