Es muy grande el sufrimiento que hay hoy en el mundo: yo tengo la sensación de que tanta inquietud y sufrimiento arrancan de la familia, porque la familia empieza a estar menos unida, a no compartir la felicidad, a disgregarse.

Para que el amor sea auténtico, tiene que alcanzar antes que a nadie a que está más cerca de nosotros. Este amor es el que nos lleva a Dios. — Momentos de humildad, puntos 96-97