

Solo por amor nos has hecho a imagen y semejanza tuya, diciendo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza»… Así lo hiciste dando al hombre cierta forma de Trinidad en las potencias del alma: entendimiento, para conocer, memoria, para acordarse de ti, y voluntad y amor, para amarte sobre todas las cosas. De este amor no nos puede privar ni el demonio ni otra criatura, si nosotros no lo queremos. — La Celda Interior. Pag, 16