Jesucristo tiene ahora muchos amadores de su reino celestial, mas muy poquitos que lleven su cruz. Tiene muchos que desean su consolación, y muy pocos que quieran la tribulación: muchos compañeros para la mesa, y pocos para la abstinencia: todos quieren gozar con Cristo, mas pocos quieren sufrir algo por él. Muchos siguen a Jesús hasta el partir del pan; mas pocos a beber del cáliz de la pasión. Muchos honran sus milagros; mas pocos siguen el vituperio de la cruz. Muchos aman a Jesús cuando no hay adversidades; muchos le alaban y bendicen en el tiempo que reciben dé el consolaciones, mas si Jesús se escondiese y les dejase un poco, luego se quejarían o desesperarían. — Imitación de Cristo. Pag, 63