

Conocerse a sí mismo es conocer la bondad de Dios, el amor deDios, que se da a la criatura en todo lo que es ser y en todo lo que el ser supone. El ser propio, todo lo que de positivo hay en el hombre en el orden natural y en el sobrenatural, no es más que la medida del amor con que Dios quiere a su criatura. —El Diálogo. Pag, 24