Aquí pretendemos simplemente aproximarnos a Él. Y la mejor manera de hacerlo —como es lo más adecuado y lo más sensato ante cualquier declaración que nos merezca respeto—, es tomar al pie de la letra las palabras mismas de Jesús. Él dice: «Se ha cumplido el plazo; ya llega el reino de Dios».

El reino de Dios, por tanto, no es un orden establecido, estático, sino algo vivo, que adviene. Durante mucho tiempo estuvo lejos, luego se fue aproximando, y ahora está tan cerca que exige su aceptación. El reino de Dios significa que Dios reina. Pues bien, ¿qué ocurre cuando reina Dios? — El Señor, p. 88