El camino cristiano es diferente: más duro y más fácil. Cristo dice: «Denme todo. No quiero tanto de su tiempo y tanto de su dinero y tanto de su trabajo: lo quiero a ustedes. No he venido a atormentar su yo natural, sino a matarlo. Ninguna medida a medias sirve. No quiero cortar una rama aquí y otra allá, quiero botar todo el árbol. No quiero taladrar el diente, o ponerle una corona, o detener la carie, sino extraerlo. Entrega todo su ser natural, todos los deseos que crees inocentes junto con los que piensas malvados, todas tus prendas. Les daré un nuevo ser a cambio. De hecho, les daré Mi propio Ser: mi propia voluntad será la de ustedes» — Mero cristianismo, p.163