

Pobre hermano Rafael… luchar hasta morir; he ahí su destino. Ansias de cielo por un lado, y corazón humano por otro. Total… sufrimiento y cruz. Pobre hermano Rafael, de corazón demasiado sensible a las cosas de las criaturas… Sufres al no ver amor y caridad entre los hombres… Sufres al no ver más que egoísmo. ¿Qué esperas de lo que es miseria y barro? Pon tu ilusión en Dios y deja a la criatura…, en ella no hallarás lo que buscas. Pero, ¿y si Dios se oculta?… Qué frío hace entonces en la Trapa. La Trapa sin Dios…, no es más que una reunión de hombres. — Dios y mi alma. Pag, 2