

¡Cómo no voy a estar contento! En lugar de una muerte violenta me manda una larga enfermedad para que pueda prepararme; no me da dolores; me da el gusto de ver a tantos amigos, de verlos a todos. Verdaderamente, Dios ha sido para mí un Padre cariñoso, el mejor delos padres. — Escritos de San Alberto Hurtado. Pag, 36