Pureza de intención. Las sugestiones de la soberbia y los ímpetus de la carne los conoces pronto… y peleas y,…
Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos,…
No pienses más en tu caída. Ese pensamiento, además de losa que te cubre y abruma, será fácilmente ocasión de…
No queramos juzgar. Cada uno ve la cosas desde su punto de vista… y con su entendimiento, bien limitado casi…
Rechaza esos escrúpulos que te quitan la paz. No es de Dios lo que roba la paz del alma. Cuando…
Me has escrito: «Orar es hablar con Dios. Pero, ¿de qué?» ¿De qué? De Él, de ti: alegrías, tristezas, éxitos…
Te has portado bien…, aunque hayas caído así de hondo. Te has portado bien, porque te humillaste, porque has rectificado,…
¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril: «Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la…
No la veréis entre las palmas de Jerusalén, ni fuera de las primicias de Caná a la hora de los…
Bebamos hasta la última gota del cáliz del dolor en la pobre vida presente. – ¿Qué importa padecer diez años,…
No me seas… tonto: es verdad que haces el papel -a lo más- de un pequeño tornillo en esa gran…
¿Lloras? No te dé vergüenza. Llora: que sí, que los hombres también lloran, como tú, en la soledad y ante…