
A principios de año, en marzo para la mayoría de países, se estrenó en los cines Love, Simon una película apologética que me parece relevante comentar. La cinta cuenta la historia de un adolescente de clase media que, viviendo en el mundo de hoy en día, comenzó a convencerse a sí mismo de que era homosexual y terminó comprándose la idea.
Influenciado por sus amigos, vivencias y la sociedad que lo rodeaba, Simon va construyéndose una imagen sobre quién es en realidad. Narrada desde un mail que él mismo escribió, el film sumerge al espectador a través de la vida de Simón, permitiéndole conocer con detalle los pensamientos, razonamientos y experiencias que tiene cualquier adolescente.
Simon, se me ocurrió responder a tu mail con algunos puntos en contra para aclarar el panorama y hacerte saber con mucho cariño, que tenias más opciones:
Estimado Simón,
Quería contarte que ví la película que narra tu historia y estoy un poco decepcionado. No (tanto) contigo, más bien con tus padres y amigos, que te empujaron a pensar como lo haces en la película. Las conclusiones que sacas en el film, incitado por las personas que te rodean, podrían haber sido diferentes si le hubieras preguntado a otros.
Déjame empezar por la parte en la que saliste con una chica. Te dijo que te amaba y entraste en pánico, ¡obvio! tenías alrededor de 15 años. ¿Cómo ibas a decirle a una chica que la amabas? ¡Ridículo! Entiendo tu reacción, pero la interpretación que hiciste del hecho podría haber sido diferente. Por ejemplo: la chica estaba loca, era extremadamente inmadura o no dimensionaba sus palabras. Pero no, te apresuraste a pensar «debe ser porque no me gustan las mujeres». Si te basas en esa experiencia para definir tu sexualidad, estamos en problemas. No puedes generalizar con base a la experiencia que tuviste con una o dos mujeres a lo largo de tu adolescencia.
Si la gente leyera este mail que te estoy escribiendo, me diría que no entendí tu historia, que estoy sacando conclusiones apresuradas. Me dirían que a lo mejor lo tuyo es cuestión de gustos, que en realidad, tu inclinación era honesta y sincera. A ellos les preguntaría: ¿Y si la que escribía al otro lado de la pantalla era una mujer?
En la película dijiste que te habías enamorado de la persona que escribía, no del hombre, el varón. ¿Te imaginaste alguna vez que Blue en realidad fuera Leah?, ¿habrías seguido igual de enamorado? O porque era mujer ¿la ibas a descartar como posible compañera por lo que creías que te definía? La gente respondería: pero quiere al chico ¿Por qué no puede elegir a un chico sobre una chica? Esto me daría pie a sostener que la homosexualidad es una elección y que, con un consejo mejor dado, tal vez habrías elegido ser heterosexual.
Otra cosa que me gustaría traer a colación es la escena en la que Bram está en un cuarto besando a una chica, situación que más tarde describe como una «confusión» ¿Por qué?, ¿qué si ese era su último grito desesperado de ser lo que su biología le exige que sea? Si fue confusión, como él lo llama, esto significa que ambos pudieron elegir ser o no ser homosexuales ya que hay «lugar a la confusión». La situación no hace más que reafirmar mi punto de que la homosexualidad es una elección y que tu historia podría haber sido diferente.
Con amor,
Nacho
Si viste la película, comparte con nosotros tu opinión sobre el tema y déjanos saber qué piensas. También podría interesarte la conferencia «Ideología de género y educación de los hijos»
Querido Nacho,
Habiendo leído tu artículo, habiendo visto la película y siendo una persona que experimenta AMS quisiera expresar mi discrepancia con respecto a ciertas cosas que afirmas, y a mi juicio, sin haberte informado lo suficiente, no sobre la película sino sobre la AMS.
En primer lugar me parece que tu afirmación de que «la homosexualidad (aunque prefiero llamarla AMS) se elige», es una afirmación que no tiene fundamento y que a decir verdad me parece falto de conocimiento. Si leyeras un poco más acerca de la AMS de la mano de autores como Joseph Nicolosi, Richard Cohen, e incluso de personas que han escrito artículos en esta página web, te darás cuenta de que la AMS no se elige; tampoco digo que se nazca así, sino que una mezcla de factores son causantes de dicha condición no deseada.
El catecismo de la Iglesia católica especifica en su numeral 2358 lo siguiente: «un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría una auténtica prueba….»
Lo que quiero decir con todo esto es que yo cambiaría tu afirmación de que «la homosexualidad es una elección » por la siguiente: la AMS no se elige pero sí se elige luchar día a día contra ella o no luchar.
Las personas que nos encontramos en esta lucha no tenemos la certeza de que saldremos de allí pero sí tenemos la certeza de que si nos dejamos guiar por la Iglesia en este camino de castidad podremos alcanzar la salvación, llevando con la ayuda de Cristo está cruz.
Por consiguiente, Simon no eligió enamorarse de Blue, simplemente eligió no luchar. O quizás no sabía que tenía otra opción, porque en ningún momento nadie se la mostró.