

¡Esta canción es una joya, para cantar a Dios! Me ha dado una revolcada inmensa con tan solo escucharla. Te la comparto y recomiendo que la escuches abierto a sentir la presencia de Dios a través de ella:
Al ritmo de una pegajosa melodía, Musiko y Kim Richards, autores y músicos cristianos, nos han invitado a cantar a Dios, describiendo maravillosamente cómo es su Amor.
El amor de Dios es único
Aun conociendo nuestra historia, nuestro pensamiento, nuestras intenciones, Dios nos ama. Él conoce nuestros pecados, pero no deja que estos nos marquen, pues nos sigue llamando por nuestro nombre.
«Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!» Efesios 2, 4 – 5
El amor de Dios es interminable
No existe un término finito que describa el amor de Dios, Su presencia es eterna. A pesar de nuestros desprecios, Él sigue firme, esperando ser acogido y correspondido.
«Den gracias al Señor omnipotente; su gran amor perdura para siempre» Salmo 136
El amor de Dios es constante
Dios nunca ignora. Él siempre escucha y contesta nuestra oración, queda en nosotros saber aceptar Su respuesta. Sin duda, la vida es mejor cuando estamos con Él.
«La seguridad que tenemos al estar unidos a Dios es esta: Dios escucha nuestras oraciones cuando le pedimos conforme a su voluntad» Juan 5, 14
El amor de Dios sana
Como lo dice la canción, sentirnos amados por Dios sana cualquier herida del corazón. Nuestra vida, con Dios presente, se vuelve calma, aun cuando llueve o relampaguee. Sabiendo que Él lo dirige todo, Su Voluntad nos enamora.
«Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas» Salmo 147, 3
El amor de Dios es invaluable
Nos ama tanto que lo ha dado todo por lograr que seamos salvos. Lo que ha hecho por nosotros, y continúa haciendo, no tiene precio.
«Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» Juan 3,16
Musiko y Kim, al cantar esta música, refieren en Dios a un amor tan incondicional, tan preciso y tan pleno, que cuando lo conocemos, solo nos enamora más y más.
¡Qué bello mensaje!
Hoy te quiero invitar a reflexionar sobre las múltiples ocasiones en las que Dios te ha demostrado este Gran Amor. En la sonrisa de un niño, en el «buen día» de tu madre, en el atardecer o quizás en un rico sorbo de café.
Sí, ahí estaba Dios.
¿Pensaste en una ocasión especial? ¡Compártela! Nos encantará leerte.
0 comentarios