

El amor de Dios Padre es insondable, sin embargo a veces nos cuesta mucho experimentarlo. Hoy quiero compartir con ustedes esta canción de Passenger que se llama «The way that I love you» (La forma en que yo te amo).
Esta canción salió hace unos meses y la primera vez que la escuché confieso que no me llamó mucho la atención. Pero una hermana de mi comunidad me comentó que le había gustado mucho porque le parecía que la letra hablaba de cómo nos ama Dios Padre.
Entonces, la volví a escuchar y descubrí que efectivamente podemos encontrar rasgos de su amor en la manera en que el cantante va describiendo lo que siente por otra persona. Esto puede parecernos sorprendente, pero es posible amar como Dios nos ama, todos hemos sido creados a imagen de Dios, que es amor.
Jesús mismo nos invita a amarnos entre nosotros como Él nos ama, como el Padre nos ama (cfr. Jn 15,12). ¿No es esto maravilloso?
Nuestro lazo de amor con Dios Padre
Entrar en ese amor del Padre muchas veces se nos hace difícil porque tenemos falsas imágenes de quién es realmente. Puede ser que proyectemos en Él nuestra relación con nuestros padres o con figuras de autoridad. También podemos pensar que, como somos exigentes con nosotros mismos, Él también lo es.
Por eso es muy importante dejar que Jesús nos muestre quién es el Padre. Él es el que mejor lo conoce y su misión es revelarnos su figura a través de sus palabras y a través de su vida.
A continuación les comparto algunos rasgos del amor del Padre que se ven reflejados en la Palabra de Dios y en la letra de esta canción:
1. «Eres precioso tal como eres, no tienes que cambiar nada»
Cuando Dios Padre nos creó, vio que era todo muy bueno. Y aunque después hayamos pecado, Él nos amó tanto que envió a su Hijo para salvarnos (cfr. Jn 3,16). Podemos ver entonces que Él no deja de amarnos cuando nos equivocamos, cuando
pecamos.
Sabe muy bien que tenemos mucho camino que recorrer para llegar a la santidad, para poder amar como Jesús. Pero su amor nunca va a depender de nuestras acciones. Por eso me gusta tanto esa frase que dice «No tienes que cambiar nada».
Que en realidad significaría: «No tienes que cambiar nada para que yo te ame. Sí, quiero verte más libre para amar, cumpliendo esa misión que te encomendé. Pero siempre, aun en los momentos que sientas estás muy lejos de poder amar a tus hermanos, yo te voy a amar».
2. «No dejes que el mundo te cambie, no dejes que atenúen la luz que brilla en tus ojos»
El Padre, en palabras de Jesús, nos dice: «Ustedes son la sal de la tierra, no pierdan su sabor. Ustedes son la luz del mundo, no se oculten» (cfr. Mt 5, 13-14). Él conoce nuestro valor, nuestra misión, y también conoce al mundo.
Sabe que hay voces que van a decirnos que tenemos que ser exitosos, bellos y ricos para ser amados. Sabe que van a intentar robarnos la luz de la confianza que tenemos en Dios Padre diciéndonos que estamos solos y que nadie nos va a ayudar.
Por eso nuestro Padre nos dice que estemos atentos y que volvamos siempre a su amor, para que recordemos nuestra identidad de «hijos muy amados» (cfr. Mt 3, 17).
3. «No dejes que la preocupación te corte las alas»
Jesús nos repite varias veces en el Evangelio que así como el Padre cuida de los pájaros y de las flores, cómo no va a cuidar de sus hijos. (cfr. Lc 12, 24.28) Podemos preocuparnos e inquietarnos pero eso no va a solucionar las dificultades que tengamos.
La invitación de Dios Padre es que nos ocupemos de construir el Reino en nuestro día a día, confiando que no lo hacemos solos, sino abandonándonos en Él.
4. «Si tan solo pudieras amarte a ti mismo como yo te amo»
El Padre sabe que podemos exigirnos mucho a nosotros mismos. A veces tenemos expectativas muy altas de cómo tenemos que comportarnos, cómo tenemos que sentir o qué tenemos que pensar, y nos abrumamos cuando no cumplimos ese ideal.
Nuestro Padre quiere que aprendamos a amarnos a nosotros mismos como Él nos ama. Quiere que aprendamos a aceptar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Porque solo abrazando todo lo real que somos, vamos a poder empezar a caminar (siempre de su mano) hacia esa vida en abundancia que Jesús nos promete.
5. «Y si alguna vez te pierdes, ven a casa y te cantaré esta canción»
Esta frase nos habla de la parábola del Padre Misericordioso que está esperando siempre que el hijo vuelva a casa. (cfr. Lc 15, 20). De esta manera Él nos dice que si alguna vez nos perdemos, podemos volver a casa para que nos recuerde en un abrazo cuánto nos ama.
Espero que este artículo y esta canción les ayude a reflexionar personalmente, en familia y en comunidad. Les comparto la letra de la canción en español para que nos cuenten en los comentarios cuál es su parte favorita. ¡Buena semana!
Cuántas veces puedo decirte
Que eres precioso tal como eres
No dejes que el mundo venga y te cambie
No dejes que la vida te rompa el corazón
No te pongas sus máscaras, no vistas sus disfraces
No dejes que atenúen la luz que brilla en tus ojos
Si tan solo pudieras amarte a ti mismo como yo te amo
Cuántas veces puedo decirte
Que no tienes que cambiar nada
No dejes que la marea te lave
No dejes que la preocupación te corte las alas
Desecha lo que es falso, conserva lo que es real
Persigue lo que amas, abraza cómo te sientes
Si tan solo pudieras amarte a ti mismo como yo te amo
Y si alguna vez eliges un camino que no lleve a ninguna parte
Te sientas solo y no puedes ver lo correcto de lo incorrecto
Y si alguna vez te pierdes
Ven a casa y te cantaré esta canción
Entonces, cuántas veces puedo decirte
Que eres precioso tal como eres
No dejes que el mundo venga y te cambie
No dejes que la vida te rompa el corazón
0 comentarios