

Mayo es el mes de la Virgen y coincide con la celebración del Día de la Madre en distintos países. Me parece que esto crea una atmósfera perfecta para meditar en su maternidad. La canción a María que hoy te comparto nos ayuda a entenderlo perfectamente.
Esta canción a María fue lanzada por el Coro Harpa Dei hace unos días. Este conjunto musical está formado por cuatro hermanos nacidos en Alemania y criados en Ecuador, quienes desde el 2011 se sintieron llamados a evangelizar a través de la música sacra como parte de una iniciativa por la paz.
Su objetivo es coleccionar los cantos más hermosos de diversas tradiciones con el fin de glorificar a Dios y transmitir a las personas la belleza del Señor que se refleja en la música sacra.
La canción a María que te comparto lo ejemplifica perfectamente: es una música que aprendieron de un sacerdote chino en Jerusalén. Según cuentan los músicos, cuando él comenzó a cantarla, su voz se quebró, comenzó a llorar y les dijo que «el mundo tiene idea de cuánto sufren los cristianos en China».
Por si aún no lo has adivinado, esta canción dedicada a nuestra Madre, María, también está en chino. ¡No te preocupes! Tiene subtítulos:
Una canción a María que nos habla de universalidad
«Todos los pueblos de la tierra buscan salvación en ti», dice en una parte de la letra. María es Madre nuestra, Madre de toda la humanidad. No hay porción de tierra que quede huérfana u olvidada.
Cuando María extiende los brazos para que todos los pueblos de la tierra quepan en su regazo, nos sentamos en ellos y Ella nos explica que así también Dios nos invita a unirnos. Que así también Dios nos llama, a todos, a cada uno; todos somos para Él, sin distinciones.
Esta frase es un recordatorio, por un lado, de que en María encontramos refugio. Por otro lado, que todos necesitamos de ese refugio, no podemos pensar que «no es para nosotros, estamos bien así». Y, por último, que a nadie se le niega ese refugio.
Es, también, una manera de hacernos notar que la llamada al Cielo – a la santidad – es universal. Por eso todos los pueblos buscan esa meta, por eso todos los pueblos la anhelan, por eso todos los pueblos suplican esa salvación… por eso María se apresura a interceder por nosotros, para que no nos falten las gracias suficientes para cumplir ese sueño.
¿Qué significa que María es Madre?
«Los fieles de la Iglesia se abandonan en tus brazos», dice en otra estrofa. Me imagino lo siguiente: Jesús, en la Cruz, está cansado, dolorido, solo, triste… mira a su Madre, que con la mirada le dice que no está tan solo, y Él encuentra un consuelo.
Luego, Jesús mira a Juan. Ve que su apóstol amado también está triste… y tampoco quiere que quede solo. Entonces, a una Madre cuyo Hijo se muere, le da un hijo. Y a este le da una Madre.
Es hermoso sentarnos a contemplar el Evangelio, es un ejercicio muy enriquecedor y apostólico. Pero podemos ir más allá: no contemplar como espectadores, sino como un personaje más. Meternos en la escena y decirle a Jesús: «a veces, yo también estoy cansado, dolorido, solo y triste». Y escuchar su respuesta: «no, tienes una Madre, abandónate en sus brazos y recibe su abrazo».
Es algo muy sencillo, pero en esto vemos la maternidad de María en nuestra vida: que nos cuida, nos acompaña, nos educa, nos enseña quién es Dios y cómo llegar a Él. A veces, incluso tendrá que reprendernos, pero con cariño y solo para que descubramos cómo amar mejor y, así, ser más felices.
¿En qué otros aspectos has descubierto que María es Madre nuestra? ¡Cuéntanos en los comentarios!
Sencillamente hermosa.
Gracias por mostrarnos la majestuosidad de nuestra madre y que ella se encuentra en todos lados intercediendo por nosotros con su padre