

Es complicado hablar de arte porque cada cual tiene sus ideas al respecto y en estos últimos tiempos la tolerancia, la subjetividad y el respeto por las preferencias personales han sido estandartes de lucha no solo para calificar a algo de bello o virtuoso, sino que también para defender y justificar cualquier disparate que se le pueda a ocurrir a alguien con tal de respetar y tolerar su opinión. La cosa no es tan así, pero primero pongámonos de acuerdo.
Estamos claros que las formas de expresión artística se desarrollan a través de las disciplinas como la arquitectura, la música, la danza, el teatro, la escultura, la pintura, la literatura, la poesía y el cine. Aunque hay quienes son más arriesgados y menos clásicos e incluyen en la categoría de arte disciplinas como la fotografía, el tatuaje, los videojuegos, la publicidad, el origami, el cómic, las disciplinas circenses y así la lista podría ser infinita.
Dentro de esos márgenes se van moviendo los creadores para poder desarrollar sus obras y podríamos ser abiertos y dejar que toda esa lista entre en lo que definimos como arte, pero: ¿cualquier disciplina o actividad creativa es artística? ¿Cualquiera que pinte es un pintor? Y ¿Cualquier pintura es arte?
La respuesta a todo este asunto parece compleja y la subjetividad y el relativismo hacen parecer que caen a pedazos los cimientos de estas disciplinas con cada nueva teoría sociológica o antropológica que fundamenta que la creación de cualquier cosa puede ser denominada arte e incluso podría obtener financiamiento (cosa que se da en varios países y por parte del estado, es decir con los impuestos de los ciudadanos). Seamos honestos, no por desarrollar una disciplina artística se es un artista y no toda pieza u obra de alguna de esas disciplinas es arte.
Por respeto a los grandes creadores y artistas de todos los tiempos, no solo a los clásicos, sino a aquellos contemporáneos que se rompen la espalda y la cabeza por hacer arte, y por respeto al mayor de los creadores y creativos y artista por excelencia: Dios, vamos a entrar un poco en el área chica a ver qué nos encontramos revisando algunas exposiciones de carácter artístico:
Seguramente habrá quienes consideren que no somos capaces de interpretar el lenguaje simbólico del artista y estamos sesgados por nuestras ideologías religiosas. Pero esto no es así. El artemoderno se ha venido caracterizando por «la destrucción de la forma, por elevar la obstracción y la experimentación a algo sagrado, así como por la destrucción de los valores tradicionales» (José Manuel Infiesta, Arquitecto Director de MEAM). El arte, como parte de la cultura, tiene un rol fundamental en la sociedad y con este post pretendemos dar algunos conceptos que nos ayuden a discernir qué es el arte y que no.
Tomaremos algunos puntos para poder discernirlo 🙂
1. La dignidad humana
San Juan Pablo II dijo en Perú en el año 1988 que la cultura debería buscar llegar a todos los niveles de la vida humana para hacerla más digna. Aquí tenemos un primer punto: el arte como parte de esta debe buscar hacer más digna la vida humana.
2. La belleza
San Juan Pablo II, cuando en 1999 escribió una carta a los artistas del mundo, les dijo:
«Nadie mejor que vosotros, artistas, geniales constructores de belleza, puede intuir algo del pathos con el que Dios, en el alba de la creación, contempló la obra de sus manos. Un eco de aquel sentimiento se ha reflejado infinitas veces en la mirada con que vosotros, al igual que los artistas de todos los tiempos, atraídos por el asombro del ancestral poder de los sonidos y de las palabras, de los colores y de las formas, habéis admirado la obra de vuestra inspiración, descubriendo en ella como la resonancia de aquel misterio de la creación a la que Dios, único creador de todas las cosas, ha querido en cierto modo asociaros».
Siendo así, quienes han recibido la vocación de ser artistas, tienen esa conexión mística con Dios, con ese primer aliento creador que sopló para dar vida al comienzo de los tiempos. Son los artistas los llamados a que Dios mismo se siga manifestando de forma asociada con quienes desarrollan alguna de las disciplinas artísticas. La belleza convoca, no es repulsiva ni provoca escándalo.
3. Testigo de lo invisible
Por otra parte el Papa Francisco, en una entrevista que fue transcrita íntegramente y que luego se convirtió en un libro llamado: «La mia idea di arte» (Mi idea del arte), hablar sobre el rol del artista y lo define como:
«El artista es el testigo de lo invisible, y la obra de arte es la prueba más fuerte de que la encarnación es posible. Para hacer visible el misterio de la fuerza propia de una obra de arte, son necesarias las manos del artista, y las manos, simbólicamente, son las que nos dan la dignidad porque son nuestro instrumento de trabajo».
4. El oficio y la búsqueda de la excelencia
No todos sabemos pintar o realizar una escultura, ciertamente las habilidades artísticas son un don. Pero el don no basta, hay que dominar la técnica y buscar la excelencia, sino en qué se diferenciaría Miguel Angel o Velásquez con cualquier artista. Podemos ver la obra de DaVinci y reconocer su talento a través de sus grandes creaciones, pero lo que llama la atención es que se han encontrado gran cantidad de borradores, bosquejos y trabajos que nunca llegaron a la luz: ahí está ese empeño por hacer las cosas bien, por intentar, practicar, investigar e invertir tiempo en hacer las cosas, no solo lindas, sino que con excelencia. Las obras que hoy en día disfrutamos y nos maravillan, no son fruto del puro talento, son cultura, por lo tanto, han sido cultivadas, sembradas y cuidadas hasta que se convirtieron en lo que nosotros conocemos hoy.
5. Respeto a la ética y a la estética
Quien hace arte, aunque lo haga para sí mismo y su autorrealización, da sentido a sus creaciones cuando otros espectadores disfrutan de la obra de sus manos. Por eso es importante considerar que el arte tiene un destinatario; nadie escribe, pinta o canta para el aire, por lo que es importante que se respete el pasado como escuela de la que aprendemos y construimos un presente y un futuro del arte y de la cultura.
Los invito a que nos preguntemos: ¿todas las supuestas obras artísticas nos hacen experimentar estas consideraciones? Luego de visitar una muestra de pintura, ver una película, escuchar una canción o mirar una fotografía: ¿nos queda en el corazón la sensación de ser testigos de algo que es una buena noticia para nosotros y para el mundo?
Te invitamos a que compartas tu experiencia y testimonio con nosotros y nos cuentes alguna experiencia en la que realmente te hayas encontrado con el arte.
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