el amor en el tiempo

¿Qué piensas de esto…? ¿El amor, conforme pasa el tiempo, corre el riesgo de gastarse? ¿El tiempo mata el romance y con el romance al amor? Pueden pasar tantas cosas cuando los calendarios se rehacen… salud, enfermedad, dinero, pobreza, alegría, tristezas. ¿Cómo se mueve el amor en estas oleadas?

Te comparto un video precioso: «Alzheimer’s Society: The Ultimate Vow», publicado por Ads of Brands.

El amor en el tiempo: ¿envejece?

El tiempo pasa, envejecemos… y el amor, ¿cómo envejece? Cada vez más, nos obsesiona el miedo a envejecer y buscamos nuevas maneras de permanecer jóvenes. También nos gustaría que el amor sea siempre joven, siempre nuevo.

Por supuesto, los inicios del amor y los sentimientos que afloran y aceleran el pulso son preciosos. Pero envejecer no es siempre malo. Por algo los mejores vinos son los que se añejan.

El amor puede sortear el tiempo que pasa y, mientras madura, renovarse. Cada día. También en las dificultades. Ni la vida espiritual «se salva» de altibajos, y a veces muy bajos. Pero en ese combate espiritual, reconocemos una nueva manera de relacionarnos con Dios.

Así también, en nuestras relaciones con otros, los altos y los bajos nos enseñan nuevas maneras de tratarnos. Y, así, de querernos.

En el video que te compartí, la mujer nos transmite que es posible nutrir el cariño, incluso cuando los ojos contienen lágrimas y el corazón se empaña… pero se fortalece

«Ya no somos los mismos»

En películas, series, libros alguna vez nos hemos topado con una pareja en crisis que decide que, si bien se quieren mucho, han cambiado. Quieren cosas distintas. El otro ya no entra en los planes de quien quiere probar cosas nuevas.

Pero… ¿es que es factible que uno sea siempre el mismo? ¡La vida nos modela! ¡Nos muestra nuestros errores e incluso nos da ganancias! En esencia, sí, somos los mismos. Y a la vez… cambiamos. Aunque podemos preguntarnos, ¿es eso siempre algo malo?

Veamos nuestra maduración y nuestros nuevos sueños como oportunidades para descubrir nuevas expresiones de amar.

De permanecer, de cuidar, a uno, a otro. De descubrir que en las virtudes que uno forja y en los defectos que se procura erradicar, el amor está ahí, sin importar el tiempo que pase.

A veces, eso es difícil. Puede implicar sacrificios. Puede ser ocasión de renuncia, de entrega, pero en la renuncia y en la entrega el amor se acrisola; cada vez es más real.

Elegir «permanecer» y elegir la fidelidad, en estos contextos grises, no es ser menos libres. Es descubrir el bien que fundamenta el amor. ¡Es hacernos cada vez más libres!

Vemos en el video, al final, a dos esposos que, después de los años y tantas dificultades, se miran a los ojos, como redescubriéndose por primera vez y aceptando, una nueva vez, el presente y el futuro que aún tienen juntos.

¡Qué hermoso si paso a paso lo vamos descubriendo, asimilando, queriendo para nuestras vidas!