En esta ocasión, ODB Films nos trae una miniserie de cuatro videos, que van desde el dolor de la pérdida y el sinsentido de la vida, hasta el encuentro con Dios que regala nueva vitalidad a la existencia del hombre. 

Esta serie llamada «Adán en el desierto», nos quiere invitar a redescubrir lo valioso de aquellos momentos difíciles, aquellas ocasiones de aridez, que muchas veces debemos enfrentar.

Quiero compartir contigo este recurso e invitarte a pensar en aquellas etapas u ocasiones de crisis en la vida personal que te han puesto a prueba. Si has experimentado un desierto espiritual, esta serie es para ti. ¡Empecemos!

Adán en el desierto de las oraciones sinceras

«Dicen que las paredes de los hospitales han escuchado oraciones más sinceras que la mayoría de iglesias». Así comienza esta pequeña serie de videos, con una frase sencilla que alberga una inmensa verdad.

En los momentos de mayor dolor y dificultad es cuando más sinceros diálogos entablamos con nuestras familias, con nosotros mismos y con  Dios. 

El Principito dice que lo hermoso del desierto es que en algún lado se oculta un pozo, y sí es así, es allí en el desierto de la vida donde se encuentra el pozo más puro de la oración.

¿Has aprovechado la oportunidad de sacar lo mejor de una crisis? ¿Sabías que en los momentos más complejos de la vida, es donde más crecimiento podemos alcanzar?

El desierto es el lugar de la sinceridad, del choque con la realidad sin máscaras ni arandelas. De una realidad donde solo nos queda conocernos a nosotros mismos. Es en ese momento, ante esa gran pregunta que nos presenta la vida, donde sabremos quiénes somos realmente.

El desierto de los fuertes

Cuando se afronta un momento desértico, también hay que afrontar una verdad inminente: no somos tan fuertes como creemos.

Muchas personas nos dirán: sé fuerte, lucha, tú puedes… pero la verdad es que vas a sentir que no hay más fuerzas, que no hay más opciones, que no hay salvación. 

Lo cierto es que en el desierto se conoce a los fuertes. Desde el momento preciso en el que reconocemos como personas que estamos atravesando un momento de dificultad, de desierto espiritual, comenzamos a hacer que nuestra debilidad sea nuestra fortaleza. 

Esta fuerza se descubre en algo muy sencillo, pero sublime, la esperanza. Contemplar lo bello, lo trascendente, aquellos momentos que han propiciado alegría y fuerza en mi existir, el amor que me rodea… y tantos tesoros más.

Todo esto hará que cambie la perspectiva y comiencen a desaparecer los espejismos del desierto, poco a poco se hace más posible hallar un pozo. 

En el desierto con Dios

Llegar a descubrir que nuestras fuerzas se debilitan, que solos no podemos seguir, propiciará la búsqueda de una fuerza más grande.

En el desierto sentimos el calor sofocante del sinsentido, la sed agobiante de no encontrar una solución o un final feliz, el desespero de ver todo igual.

Pero si nos detenemos un momento, respiramos y cerramos los ojos, sentiremos algo más, algo que lo traspasa todo y lo supera todo, un silencio que regala calma y paz

En ese silencio está presente Dios, quien como Padre amoroso, aguarda silencioso, mira cariñosamente y comparte su aliento. Es en esta calma que se comienza a encontrar un sentido, una paz real, dejando atrás los miedos e intranquilidades… es en esta calma donde por fin se aclaran los caminos para salir hacia otro lugar.  

El pozo en el desierto

Finalmente en el caminar constante, luego de purificar la mirada de todo espejismo que oculta la realidad, después de respirar, de ser sinceros con nosotros mismos y con Dios… allí en medio del calor, encontramos un pozo. 

Uno lleno de paz, de agua viva, de tranquilidad, un pozo que significa otra oportunidad de seguir adelante, de encontrar sentido y continuar. 

Esta pequeña serie nos recuerda la fragilidad que todos poseemos, pero también nos invita a cambiar la perspectiva, a mirar en otra clave, en clave de esperanza.

Así y solo así podremos salir del desierto siendo un mejor Adán, caminando firmes hacia adelante, y ayudando a los demás para que también ellos se descubran fuertes en medio de su sufrimiento.

Déjanos saber en los comentarios qué te pareció esta serie y cómo has sentido que te ha ayudado Dios cuando atraviesas por un desierto espiritual.