Este vídeo fue preparado por un grupo de seminarios en España con motivo del día del Seminario que se celebra hoy 19 de marzo, también festividad de San José. El día del Seminario es una fiesta que viene desde el año 1935 con el objetivo de sensibilizar acerca del significado y la importancia de la vocación sacerdotal en la Iglesia y el mundo.

Este año el lema propuesto para esta jornada es «El seminario, misión de todos». Lo que busca promover es que la vocación al ministerio sacerdotal sea entendida como un regalo de Dios a la Iglesia que requiere la participación de todos los cristianos. La respuesta a esta vocación no solo depende de las personas llamadas y de los sacerdotes que ayudan en la formación; es fundamental comprender cómo todos tenemos algo que aportar para ayudar a que cada vez más jóvenes puedan responder con generosidad y valentía.

El rol fundamental de la familia y los amigos

Al ver este video pensé en dos ámbitos que pueden ser muy alentadores para los futuros sacerdotes o para quienes ya están ordenados. En primer lugar, el rol fundamental de la familia. Dios al escoger hombres que lo sigan en el sacerdocio extiende su invitación a sus padres, hermanos, tíos, etc. La misión concreta es que en este seno familiar se promueva la fe, que haya una formación en valores cristianos, además que las familias estén abiertas y disponibles para recibir si fuera el caso, con gozo y generosidad la invitación de Dios a uno de sus miembros a ser sacerdote.

Ciertamente la respuesta a este llamado se facilitará si hay apoyo y respaldo de los familiares. Y la misión no termina cuando «se entrega» este hijo a Dios. Seguirá siendo esencial el acompañamiento con las oraciones pidiendo la gracia y la bendición de la perseverancia.

Por otro lado, pienso en los amigos. El contexto del video es que un joven le comparte a su grupo de amigos la noticia de que entrará en el seminario. Para ellos es toda una sorpresa y quizá no estaba en sus planes (como quizá tampoco para el protagonista), sin embargo, es una de esas circunstancias donde la verdadera y auténtica amistad se concreta y se prueba: en la fidelidad, en el amor y el apoyo constante. Especialmente en este tipo de decisiones, que, aunque no siempre se compartan o se entiendan es importante manifestar al otro que no está solo, que tiene con quien contar.

A veces veo como los sacerdotes tienen un corazón disponible y generoso para amar a tantas personas y la capacidad de hacerse amigo de muchos. Pero es cierto que paradójicamente a veces se les ve solos, no únicamente en lo físico (que vivan solos por ejemplo), me refiero a que hay experiencias muy personales que van acompañando su vocación y su camino que las viven en soledad, y que haría mucho bien que tuvieran a otros que los entiendan, que los acompañen aunque no sea comprendiendo todas estas experiencias, pero si con una presencia cariñosa y con sus oraciones.

Sacerdotes, testimonios de Cristo vivo

Que este día nos recuerde el gran regalo que Dios nos ha dejado a su Iglesia: los sacerdotes, testimonio de Cristo vivo, que nos comunican y actualizan uno de los tesoros más importantes de nuestra fe, la presencia real de Jesús en la Eucaristía, así como muchos otros signos de la presencia del Señor a través de los sacramentos y de su disponibilidad constante al servicio.

Hoy hagamos una oración por los sacerdotes, por los conocidos y por quienes no conocemos, pero que hacen tanto bien. Pidamos por los que están tentados, atribulados, pasan momentos de dificultad o se encuentran solos. Pidamos por los más jóvenes que inician este camino y por los que ya están en el ocaso de sus vidas o enfermos.

Oremos también por quienes han fallado y no han sido en muchas ocasiones buen testimonio y por el contrario han causado daño a otros. Pidamos finalmente al Señor su bendición, que siga tocando los corazones de muchos hombres y que no se canse de enviar obreros a su mies.