platos rotos

#Fallingplates es un video elaborado por la agencia cristiana CRU Global. En sus 4 minutos -que pasan rapidísimo- la producción nos conduce a través de una sucesión de metáforas desde la creación del universo y del hombre hasta la Resurrección del Señor Jesús y la salvación del género humano. Su marcada aproximación existencial, sostenida y resaltada por la fuerte carga simbólica de las escenas, no renuncia en ningún momento a entretejerse con una catequesis clara y explícita. He aquí, desde mi punto de vista, la novedad y la riqueza de #FallingPlates.

El video abarca una gran cantidad de temas de los cuales, por razones obvias, no me puedo ocupar. Por ello, en este pequeño elenco de elementos apostólicos quiero concentrarme en aquellos aspectos que podrían ayudarnos a comprender mejor el misterio de la Navidad. Los puedo resumir en dos puntos fundamentales:

Elementos apostólicos:

1. El video nos ayuda a comprender que la alegría de la Navidad no es una alegría ingenua. Dios se hace hombre y se abaja a nuestra condición por amor, es cierto; pero también viene a salvarnos, viene a unir una fractura que nosotros mismos hemos creado con nuestro pecado. El niño que yace en el pesebre, con su infinita dulzura e inocencia, es también un pequeño varón de dolores, el cordero elegido que expiará nuestros pecados y redimirá a todo el género humano. ¿De qué me sirve tener presente una realidad tan dura en un tiempo como este? Les propongo un ejemplo: cuando un familiar que queremos mucho llega a nuestra casa de visita, ¿nos alegramos? Es obvio que sí… pero, qué tal si este familiar viniese desde muy lejos solo para sacarme de un problema en el que yo me he metido, ¿tu alegría sería aún mayor, o no? Seguramente sí; sin embargo, tu alegría ante él sería distinta, más profunda, más reverente, sería algo así como una alegría que ha tomado conciencia de la gravedad y la importancia del momento. Jesús nace y todos debemos estar felices, es cierto; pero Jesús nace por mí, por mi causa, porque me ama y porque quiere sanar la distancia que yo he creado entre los dos. Aquí está, creo yo, el secreto para vivir una alegría mucho más profunda y personal en esta Navidad: Él nace, vive y muere por mí.

2. Por otro lado, uno muy cercano al lado anterior, este video nos puede ayudar a mantener unidos los misterios de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesús. La Navidad no puede vivirse en modo pleno si olvidamos o colocamos entre paréntesis los demás misterios de la vida de Jesús. ¿Por qué? Porque la Encarnación no se comprende sin la Cruz ni la Cruz plenamente sin la dimensión encarnatoria. Lo mismo ocurre con la Resurrección y así sucesivamente. La vida del Señor debe comprenderse siempre como una unidad, y a veces, durante un tiempo litúrgico particular, existe una natural y comprensible tentación de dar una exclusividad excluyente al misterio «de turno».