

A propósito de San Valentín y de todos los comentarios que ha suscitado el estreno para esta fecha, de la película «50 sombras de Grey» queremos compartir con ustedes un excelente comentario de Jóse Manuel Rodriguez Canales, uno de nuestros blogueros asociados y autor del blog RONCUAZ.
Si ves la película contribuyes a la difusión de lo grotesco y en cierto sentido le das la razón a sus slogans: «¡polémica!», «turbadora!», «si tienes prejuicios morales no la veas» etc., etc., etc. Si lees el libro, haces lo mismo y más, porque el libro es más caro. Si criticas y no lo has leído, ni visto la película quedas como un irracional. Si no lo comentas para nada pues quedas fuera de la discusión. Así que heme aquí, lleno de dudas, comentando un nuevo «fenómeno mundial» por la simple razón de que siempre me he rebelado contra las modas que te hacen más tonto.
Empezaría por decir que responde a lo que «cosmopolitan» supone desde hace 50 años (por usar el numerito cabalístico) que es el sueño de toda mujer: ser comprendida hasta en lo más íntimo y profundo por un hombre guapo, viril, misterioso, rico y exitoso pero que además tiene una sensibilidad exquisita para contigo mujercita humilde que no sabes de tu grandeza hasta que lo conoces (la Cenicienta tan odiada por las feministas). Es decir: te comprende como tu amiga más íntima pero con mucho más poder porque te domina, te dice qué hacer y se deja redimir por lo mejor de ti. Así tú acabas dominándolo a él y llenándote de un poder mucho más grande que el suyo. Y listo: «happy end». Erotismo averiado y pornográfico que termina en «verdadero amor».
Si lo hubiera escrito un hombre estaría preso por machista, falocéntrico, discriminador, pero como es una señora ya entrada en años «ha sido valiente y trasgresora». Lo irónico y raro es que como ella misma ha contado era una especie de catarsis de su crisis de mediana edad expresada en fantasías desencadenadas por la saga de «Crepúsculo».
El mecanismo es tan viejo que aburre. Cuentas una historia muy mala pero tocas casi de casualidad una tecla escandalosa. Pasó con la «cosa religiosa prohibida»: «el cuerpo», «la última tentación de Cristo», «El código de Da Vinci», etc. Hoy se ha elegido el sadomasoquismo, la cosa sexual, «secreta», «turbadora», «de la que nadie habla», «el tabú». El resto son ventas.
Por eso pienso (sin ponerme demasiado apocalíptico) que estas cosas sólo pueden tener origen diabólico: cómo algo tan poco inteligente puede hacerse tan popular es algo que me deja perplejo. Solo una inteligencia pervertida pero muy astuta puede lograrlo. Y no es la de la autora como se puede colegir, que pervertida será, pero astuta o talentosa, poco.
¿Vi la película o leí el libro? No, con el trailer alcanza y sobra. Ah, y 5 minutos de Wiki. Un consuelo vago: se olvidará tan rápido como se hizo famoso. Un angustia moderada: dejará una capa más de estupidez en la mente de los más jóvenes. Tal vez por eso se me ocurrió el comentario.
Les dejamos un spot realizado por la marca de carros Audi. Este hace una parodia sobre el argumento, por no decir más, «ridículo», sobre las relaciones de pareja que nos plantea esta película y el libro en el que se basa.
También en este link pueden leer el post de nuestra página en inglés que nos da 10 razones para entender por qué esta historia plantea una visión equivocada sobre el amor y las relaciones de pareja.



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