

Hace algunos días terminé el libro «La paz interior» de Jacques Philippe. Es un libro espiritual muy breve, con un lenguaje sencillo y lleno de enseñanzas muy hermosas sobre importancia de cultivar la paz espiritual en la vida cristiana. La obra repasa todas aquellas acciones y situaciones, propias o ajenas, que nos hacen perder la paz interior; por ejemplo, cuando perdemos la paz porque no aceptamos nuestro pasado, porque no nos gusta cómo somos o cómo son los demás, etc. Ofrece además reflexiones y consejos prácticos para mantener esa paz en cada una de las situaciones tratadas.
Entre esos consejos, me parecieron particularmente sugerentes y útiles los que enfrentaban el problema de la pérdida de la paz espiritual a partir de nuestros propios pecados. ¿A quién no le ha ocurrido? Cuando pecamos nos sentimos culpables por nuestras acciones y eso es algo muy sano; sin embargo, no es infrecuente que ese sentimiento de culpa degenere y nos lleve a experimentar remordimientos y angustias que poco o nada tienen que ver con el Dios misericordioso en el que creemos. Por esta razón, quiero repasar con ustedes 11 de los varios consejos que el libro ofrece para enfrentarnos como Dios manda a nuestros propios pecados.
Todos los textos debajo de cada imagen son extractos breves de la obra.
(Quienes quieran comprar el libro en formato electrónico o físico pueden hacerlo en este link)
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Son muy buenos consejos que nos ayudan a meditar nuestras acciones, cada consejo es un respiro en nuestro interior Gracias x está nueva esperanza.
Nunca debemos desesperarnos, porque aunque nuestros pecados sean graves, mortales, si nos arrepentimos de verdad y perseveramos en la oración, y la lectura de las Sagradas Escrituras, entonces fortaleceremos nuestro ser, para la lucha, el combate, porque Cristo en el monte de los olivos con Sabiduría expresó:»oren en todo instante porque el espíritu es valeroso, pero la carne es débil»; nuestra naturaleza tiende a la malicia, y para vencer esta tendencia, solo lo lograremos con la oración , penitencia y lectura de la Palñabra de Dios.
Aunque nuestros pecados sean rojos como púrpura, (osea sean graves,pecados mortales) si nos arrepentimos de verdad, se volverán blancos como la nieve, siempre que caigamos en pecado, hay que tratar de recurrir a la oración y a leer la Santa Palabra de Dios, y luchar por no caer en las redes del shapingo-diablo; como con clarividencia nos explica nuestra inteligente hermana. hay que luchar por orar y leer diariamente las sagradas escrituras y así, siempre avanzaremos en el camino estrecho que es Cristo y que nos conduce a la Salvación.
gracias hermana por este articulo, me ha traído tranquilidad, pondré en practica lo que nos dices y no dejare que el maligno vuelva a recordarme lo que Dios ya me perdono…Bendiciones en abundancia..